Los educadores resaltan las dificultades de integración
"No hay nada organizado para educar e integrar a los menores marroquíes". Es la opinión de la mayoría de los educadores de los centros de acogida y reforma consultados tras el anuncio de que España y Marruecos podrán repatriar a los menores de 18 años.
"Mi opinión personal es que hay que devolverlos", sostiene Joaquín, que trabaja en un centro de la Comunidad de Madrid. Considera que por una cuestión cultural no es cierto que se trate de menores desprotegidos. "Es una trampa legal para que se queden, porque en la práctica no puedes educarlos, y ellos lo saben". Entre otras cosas, porque no se han puesto los medios y el esfuerzo para ello.
Y cuenta el caso de un muchacho de 15 años que ahora está en su centro: "Ha estado ya tutelado en Andalucía. Me he enterado por él, porque ni siquiera se cruza la información de los ordenadores para ver por dónde ha pasado un menor. En este caso, su madre lo reclamó desde Marruecos y fue repatriado. Luego escapó y vino a parar aquí. Ha ido a las aulas de enlace para poder ir al instituto, pero ya le han expulsado. Es un cuento. ¿Qué le vas a decir para que vaya a clase todos los días?".
Niños del pegamento
Cristina, educadora que ha pasado por diferentes centros de la capital, no ve en cambio con buenos ojos que todos los menores puedan ser repatriados, puesto que cree que "bastantes" de los tutelados aprovechan las oportunidades que se les ofrecen. "Los que no, creo que están mejor en Marruecos. Para estar vagando y terminar presos, por lo menos que no estén encerrados".
Por otro lado cree que hay un problema de base: "Vas a la Puerta del Sol y ves a los niños con el pegamento. La policía está al lado y no hace nada, no los lleva a un centro. Y acaban siendo delincuentes", dice. También ve mal que no se cumpla la obligación legal de dar el permiso de residencia a los menores que llevan tres años en España. "Muchos, cuando creen que les van a echar, cometen un delito para que los lleven a un centro de reforma, y así se quedan más tiempo", explica.
Francisco Jiménez, jefe del servicio de centros de protección de menores de la Junta de Andalucía, cree que es una cuestión muy dificil. "Hablamos de un país soberano con un sistema de protección que, a mi juicio, sería mejorable, pero que le da derecho a Marruecos a decidir que sus nacionales son suyos. Incluso nosotros tendríamos un deber de exigírselo", dice. "¿Pero dónde acaba el amparo, al poner a los muchachos en la frontera en manos de la policía? Si insistiéramos en seguir protegiendo, estamos secuestrando. Pero a veces tenemos la tentacion de proteger y punto".
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