Cotino asegura que la delincuencia en Alicante bajó en 2003 ocho puntos respecto al año anterior

La incidencia de la delincuencia en la provincia de Alicante bajó este año ocho puntos con respecto al mismo período del año anterior. El descenso de la criminalidad es mimético en la ciudad, según aseguró ayer el delegado del Gobierno, Juan Cotino. Entre las bajadas más espectaculares, el responsable del Gobierno apuntó al robo de vehículos con un 80% de bajada.

Los datos facilitados ayer por Cotino contrastan con los recabados por el Instituto de Estudios de Seguridad Pública, dados a conocer a principios de este mes. A tenor de sus cifras, Alicante, con 38,15 delitos por cada mil habitante se sitúa como la provincia con mayor criminalidad de España, seguida de Tarragona y Valencia.

Cotino puso como ejemplo de la bajada de los indicadores de delincuencia de Alicante al barrio norte de la capital, uno de los más conflictivos. Según él, aquí el número de delitos descendió un 18%.

Con motivo de su presencia en la capital para participar en una reunión con los máximos responsables policiales, Juan Cotino informó de la puesta en marcha, desde el pasado viernes, de un dispositivo de seguridad durante las fiestas navideñas en Alicante. El operativo, según explicó, consiste en la redistribución tanto de las patrullas de la Policía Local como del Cuerpo Nacional de la Policía en las áreas comerciales y de puntos de venta ambulante para combatir las sustracciones. "Lo que se pretende es que la gente pueda hacer sus compras con tranquilidad", dijo el delegado del Gobierno.

La Policía Local garantizará, además, cierta fluidez en el tráfico para mitigar las aglomeraciones en las principales zonas comerciales. Este plan "preventivo", tal y como lo definió el delegado del Gobierno, no prevé, sin embargo, una actuación específica para garantizar la seguridad de los joyeros, uno de los sectores más castigados en los últimos años por los atracos a manos de bandas organizadas. El pasado octubre, el gremio provincial de Alicante de Joyeros, Plateros, y Relojeros reclamó la urgente intervención de la Subdelegación del Gobierno ante la escalada de robos. "Los joyeros tenemos miedo ante el alto grado de delincuencia", dijo entonces Miguel Sáez, presidente del colectivo.

Cotino eludió pronunciarse sobre las peticiones de este colectivo, relativas a la creación de brigadas especiales dedicadas a controlar estos establecimientos. "Las fuerzas de seguridad deben estar pendientes de todo tipo de delitos", apuntó. El gremio de joyeros recuerda que 2000 fue uno de los más nefastos para el sector con unas pérdidas en robos de más de cuatro millones de euros.