Exámenes de junio

No sé qué calificativo ponerle a la decisión que la Consejería de Educación ha tomado acerca de que los exámenes de recuperación se desarrollen en la última semana de junio, teniendo en cuenta que una gran parte de los sectores implicados en esa decisión están totalmente en contra, puesto que esas pruebas desarrolladas durante esa época no solucionan nada, ni sirven para nada.

Todo esto me lleva a la siguiente reflexión: Los políticos, no sé a estas alturas cuál es su función, su cometido; si simplemente es fastidiar a los ciudadanos, llevar a cabo su santa voluntad, incluso contando con la oposición de un gran número de personas; si se regocijan con el malestar de la gente, si son capaces de dormir por las noches aun a sabiendas de que son unos perfectos "inútiles", unos avasalladores con un talante nada democrático.

Y si todo esto me duele es porque reconozco que el caciquismo está detrás de cualquier sigla política. Valores como el respeto, la tolerancia, la humildad, el saber escuchar, desde luego no los practican una gran parte de los políticos que nos representan.

Si esto es la democracia, yo desde luego me retiro. No puedo entender cómo es posible que se manipule, que se haga una política maquiavélica donde los ciudadanos no contamos para nada. Quieren hacer de nosotros unos analfabetos, gente que no piense, que no moleste, que no dé ruido.

¡Pues ya está bien! Hago un llamamiento a todo el colectivo para que, al menos, se nos oiga, porque llego a pensar que si las decisiones que toman no son capaces de rectificarlas, lo único que nos queda es el derecho al pataleo.