¿Dejaría de fumar si le subieran el impuesto del tabaco?

Los Gobiernos extraen impuestos de los bolsillos de los contribuyentes como si tal cosa. Saben que cuantos más impuestos eleven mayor será la evasión, pero no acaban de saber con precisión cómo las modificaciones de los impuestos existentes alteran el bienestar y la renta disponible de los contribuyentes, o sus decisiones de producción, trabajo, consumo y ahorro, etcétera. Para disponer de un conocimiento avanzado de los aspectos recién mencionados, los Gobiernos deberían disponer de herramientas y análisis sofisticados y de suficiente detalle. Pues bien, el Instituto de Estudios Fiscales (IEF, Ministerio de Hacienda) ha publicado recientemente este libro cuyo título asusta pero que da cuenta de un importantísimo desarrollo.

Trátase de un modelo de simulación, basado en el comportamiento de consumo de 37,4 millones de individuos y 11,6 millones de hogares, de ahí su nombre de micro-simulación. Estamos hablando del "territorio IVA", es decir, toda España menos Canarias y Ceuta y Melilla. En este territorio subsisten junto al IVA los impuestos especiales sobre el alcohol, tabaco y otros. Respecto a todas estas figuras de la imposición indirecta, el modelo SINDIEF del IEF realiza simulaciones basadas en el cambio de sus tipos respectivos para observar cómo los hogares alterarán sus demandas de los diferentes capítulos de bienes y servicios.

El "sistema de demanda" que el modelo de simulación incorpora predice estos cambios de manera que reproduce el comportamiento de consumidores que, por ejemplo, enfrentados a un alza de los impuestos sobre el tabaco reducen su consumo de este bien y alteran el consumo de los demás bienes en función del signo de sus elasticidades cruzadas y del efecto renta provocado por las variaciones de precios relativos a las que da lugar la subida del impuesto sobre el tabaco. El simulador del Instituto, además, permite calcular las variaciones de la recaudación tanto por impuestos sobre el tabaco como por las demás figuras impositivas. El simulador trabaja "de abajo hacia arriba", es decir, calcula las respuestas de los millones de agentes afectados y las agrega para ofrecer los resultados globales o por grandes categorías.

Así, veríamos cómo una hipotética duplicación de los impuestos del tabaco provocaría una caída del 30% en su consumo, conduciendo a un aumento del gasto en alimentos de un 4% o a una disminución del gasto en bebidas de un 11%, etcétera. La recaudación por el conjunto de impuestos indirectos (IVA más especiales) aumentaría en casi un 3% mientras que la debida a accisas sobre el tabaco lo haría en un 33%. El bienestar de los consumidores disminuiría en un equivalente monetario de 216 euros por hogar en términos promedio al año, es decir, que los hogares estarían peor que antes. Esta medida afectaría especialmente a los pobres, pues estos hogares dedican una proporción de su renta a adquirir tabaco un 15% mayor que la proporción de su renta que dedican a ello los ricos, lo que llevaría a un aumento de la desigualdad.

Que no cunda el pánico; todo lo anterior es sólo una simulación que no habría podido hacerse si no dispusiéramos de esta potentísima herramienta que el IEF (www.ief.es) ha puesto a disposición de cualquiera que desee utilizarla. Si antes de disponer de estos instrumentos los economistas éramos peligrosos, imagínense ahora que los tenemos.