El Gobierno justifica su ataque al pacto catalán para prevenir el "efecto contagio"
El Gobierno ataca con especial virulencia el acuerdo tripartito catalán, que preside Pasqual Maragall, porque teme un "efecto contagio" en otras comunidades autónomas, ante la impresión de agravios comparativos, de reclamación generalizada de nuevas competencias, que desborden el actual modelo autonómico, según fuentes gubernamentales. El Ejecutivo teme que una vez iniciado el proceso sea imposible de parar y está empeñado en cortarlo de raíz.
La Moncloa recuerda el antecedente de la génesis de la autonomía de Andalucía en 1980. Pone de relieve cómo la Ejecutiva Federal del PSOE se oponía a que Andalucía accediera a la autonomía por la vía rápida, del artículo 151 de la Constitución, por la que circulaban Cataluña, País Vasco y Galicia. Finalmente, la impuso el presidente socialista de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, tras un referéndum que ganó al Gobierno de la UCD, y tras un duro pulso con la dirección federal de su partido. Tras el referéndum andaluz, esa vía se generalizó a otras autonomías como Canarias, Navarra y la Comunidad Valenciana que también accedieron a la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución.
El Gobierno recuerda también cómo en 1981, el Gobierno de UCD pactó con el PSOE, primer partido de la oposición, la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico), con la pretensión de regular el impulso autonómico. El Ejecutivo del PP ha pretendido repetir esta situación, con un acuerdo con el PSOE para detener el plan soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe, pero dice que no lo ha logrado. Estima que el PSOE ha optado por la "huida hacia adelante", con el apoyo de su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, al pacto tripartito de Cataluña.
El Ejecutivo no se pronuncia sobre qué procedimiento elegirá para "cortar de raíz" las pretensiones del tripartito que, a su juicio, "desbordan la Constitución", pero todo apunta a que acudirán a los tribunales.
Por su parte, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba dijo ayer que "el Gobierno en vez de dialogar con las autonomías, habla de cárcel como el señor Zaplana, y del Ejército, como Manuel Fraga, con el consentimiento de Mariano Rajoy".
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