La Audiencia condena a un monitor a 67 años de cárcel por abusar de 18 menores

Un monitor del polideportivo del barrio de El Carrús de Elche, Antonio R. B., de 33 años, acusado de abusar de 18 menores entre 1999 y 2001, ha sido condenado por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, a una pena total de 67 años y 7 meses de prisión. El tribunal considera probado que Antonio utilizó su condición de monitor deportivo para contactar con menores a los que forzaba a mantener relaciones sexuales.

La sentencia explica que el procesado invitaba a los menores de entre 11 y 14 años a participar en un grupo esotérico que denominaba el Círculo de la Media Luna, "dedicado a prácticas esotéricas relacionadas con Satán". Los menores ingresaban en el Círculo con un juramento de sangre, después de ser bautizados con nombres inventados por el acusado.

El imputado creaba un clima de temor a través de una serie de ritos de invocación del demonio que incluían relaciones sexuales con los menores en su casa o un paraje cercano al Pantano de Elche.

Antonio explicaba a los menores que los contactos sexuales -felaciones- "se relacionaban con transmisiones o intercambios de energía" a favor de los espíritus. Con este sistema el acusado logró crear "un entorno de miedo y temor a la superstición, acompañado de manifestaciones consistentes en causarles a ellos mismos y a sus familiares graves daños y perjuicios, e incluso, la muerte si no accedían a sus pretensiones sexuales", explica la sentencia.

Los 18 menores practicaron felaciones en varias ocasiones a su monitor; éste les "ofreció alcohol, les permitía presenciar actividades sexuales con otros menores, les proponía a algunos de ellos que le penetraran, les sugería relaciones sexuales entre ellos y utilizaba a algunos de los menores para que reclutasen a otros nuevos para continuar con su actividad sexual".

La sentencia recuerda el dictamen de las psicólogas que afirmaron que este tipo de prácticas a esta edad habían causado entre los menores "un elevado coste psicológico, principalmente manifestado en miedos, nerviosismo, dificultades escolares y problemas de conducta".

Por todo ello, el tribunal condena a Antonio R. B. por varios delitos continuados de agresión sexual con intimidación y uno de corrupción de menores. Además de los 67 años y siete meses de prisión, el procesado deberá indemnizar a cada una de las víctimas con 10.000 euros en concepto de daño moral.