Una exhibición recuerda a Alberti a través de la visión de nueve fotógrafos

El teatro Principal de Córdoba acoge desde ayer una exposición en la que medio centenar de fotografías recuerdan al poeta gaditano Rafael Alberti (1902-1999). La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Carmen Calvo, explicó ayer en la inauguración que la muestra rescata "su melena blanca de paloma, la arena de las playas que midieron su tiempo y la poesía que le sirvió de aliento".

Para la consejera de Cultura, la muestra es una forma de pedir que se siga leyendo al genio de la Generación del 27, justo en el año en el que se cumplen 101 años de su nacimiento.

Las aportaciones gráficas de Héctor Bermejo, Carlos Canal, Jorge Dragón, Antonio Jesús García, Lola Gutiérrez, Pablo Juliá, José Manuel Ochoa, Ouka Leele y José Tamayo han sido recabadas por El Centro Andaluz de la Fotografía y recorrerá el resto de provincias andaluzas después de su estreno en Córdoba.

El redactor gráfico de EL PAÍS Andalucía, Pablo Juliá es el único que aporta instantáneas del poeta gaditano. "Era un personaje singular e íntimo, entrañable y muy divertido", recuerda Juliá, quien conserva un vasto legado gráfico de Rafael Alberti desde 1979. Juliá representa en su serie de instantáneas la mirada, la ternura o el humor de Alberti.

La exposición se cierra con la última fotografía de Alberti. Era el momento en el que su hija Aitana transportaba el 28 de octubre de 1999 la urna con las cenizas que poco después esparció en la Bahía de Cádiz. "Es el mejor recuerdo que me queda, en el que los ojos de Aitana coinciden con mi cámara, una mirada poderosa que significa la continuidad de Alberti", afirmó Juliá.

Lenguajes

Junto a la mirada cercana y realista de la propia expresión de Rafael Alberti aportada por Pablo Juliá, la muestra incluye diferentes lenguajes con los que recordar a Alberti, desde lo surrealista, el tratamiento del color o el collage.

Los luminosos cúmulos nubosos sobre la Cádiz natal, las pisadas de las gaviotas sobre la orilla húmeda, el niño que corre entre mar y arena, la paciencia del pescador, las calles de la ciudad, las gaviotas sobre los barcos o las dunas.

Uno de estos enfoques atrevidos lo representa el fotógrafo jerezano José Tamayo, quien traslada al collage digital una de las obras más surrealistas de Alberti, Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos. El autor explicó que ha tratado de trasladar la obra del poeta con "ironía, humor y agresividad".

La profesional madrileña Ouka Leele demuestra en su aportación a la muestra su vocación por la pintura, que fusiona con la fotografía en sus cinco instantáneas sobre el amor de Alberti por el mar y la figura de una pequeña niña jugando en la playa.