El presidente de la cámara lanza un mensaje de optimismo sobre la economía catalana para 2004

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, lanzó ayer un mensaje moderadamente optimista sobre las perspectivas de la economía catalana para el próximo ejercicio. Durante el tradicional cóctel con el que el presidente de la institución obsequia a los medios de comunicación antes de Navidad, Valls aprovechó para dar a conocer las conclusiones del informe sobre las perspectivas empresariales para finales de 2003 y el ejercicio siguiente, según las cuales los patronos catalanas prevén una mejora, aunque modesta, de sus cifras de negocios en 2004, lo cual no se traducirá en mayor inversión. El presidente cameral quiso también lanzar un "esperanzado" mensaje de apoyo y colaboración con el nuevo Gobierno catalán.

Las empresas catalanas que han respondido la encuesta de la Cámara de Barcelona -cerca de 850- esperan una mejora modesta de sus ingresos en el ejercicio de 2004, algo que, para la institución, "confirma" las previsiones macroeconómicas actuales y "permite esperar" que la tasa de crecimiento se acelere alrededor de medio punto hasta rondar el 2,8%.

Esta estimación es ligeramente menor que la realizada hace pocas semanas por Caixa Catalunya, que prevé un crecimiento del producto interior bruto (PIB) catalán del 2,9% en 2004 y está en sintonía con la previsión del consejero en funciones de Economía y Finanzas del Gobierno catalán, Francesc Homs, quien a principios de noviembre estableció una horquilla entre el 2,7% y el 3%.

Sin embargo, los buenos augurios de los patronos catalanes para el año próximo no se van a traducir en mejoras significativas en la creación de nuevos puestos de trabajo ni de la inversión. Del trabajo de la Cámara de Comercio de Barcelona se desprende que el ritmo de creación de empleo se mantendrá muy próximo al del ejercicio que está a punto de concluir, que se anotó un registro significativo gracias fundamentalmente al buen comportamiento de los servicios y de la construcción. En cuanto a la inversión, se espera una tasa similar a la de 2003.

En cualquier caso, las empresas siguen confiando en la fortaleza del mercado interior como mayor fuente de crecimiento para 2004, si bien el pulso de las exportaciones muestra también una aceleración.

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, se basó ayer en estos datos para argumentar su mensaje de "optimismo". "La economía va bien", aseguró Valls, quien aprovechó el encuentro para hacer un guiño al nuevo Gobierno catalán: "Estamos esperanzados porque el futuro de Cataluña es optimista".

En este sentido, Valls, aplaudió que la primera visita de Maragall como presidente electo fuera a una escuela, lo cual "denota que tiene perfectamente asumido que la educación es la base para el nuevo modelo de crecimiento de Cataluña". El presidente de la cámara tendió la mano al tripartito al garantizar la "colaboración" de la institución "con todas las administraciones y gobiernos legítimos" y subrayó la "exquisita neutralidad" que ha mantenido la cámara a lo largo de todo el proceso electoral. "Esperamos que los políticos también nos respeten cuando expresemos nuestras opiniones", sentenció.