Condenado a cadena perpetua el asesino de las niñas británicas Holly y Jessica

Ian Huntley, de 29 años, fue condenado a dos penas de prisión de por vida tras ser declarado por un jurado culpable del asesinato de las niñas Holly Wells y Jessica Chapman el 4 de agosto del año pasado en la localidad británica de Soham. Una vez emitido el veredicto se supo que Huntley, que trabajaba como portero en la escuela de las dos niñas y vivía junto a las instalaciones escolares, había sido acusado en cuatro ocasiones de tener relaciones sexuales con menores (incluida una niña de 13 años) y otros cinco casos de violación o abusos, incluidas una niña de 12 años, una joven de 17 y tres mujeres adultas. En ninguna ocasión llegó a ser procesado.

El ministro del Interior, David Blunkett, ha ordenado una investigación para aclarar por qué en la escuela que empleó a Huntley no estaban al corriente de estos antecedentes. De acuerdo con la ley británica, tampoco los conocía el jurado que culpó a Huntley de dos asesinatos y que declaró a su novia, Maxine Carr, de 26 años, culpable de obstrucción a la justicia, pero la absolvió de la acusación de colaboración en la muerte de Holly y Jessica. Maxine fue condenada a tres años y medio de cárcel de los que ya ha cumplido 16 meses, por lo que podrá quedar en libertad vigilada dentro de 30 días.

El asesinato de las dos niñas ha conmocionado al Reino Unido y el juicio ha acaparado desde hace semanas las primeras páginas de la prensa, tanto los tabloides como los llamados diarios de calidad. Especial impacto ha causado entre el público la frialdad con que Huntley, con su aspecto aniñado y de buena persona, se comportó en los días siguientes al crimen, dando el pésame a los padres de las niñas y explicando en la televisión cómo él fue el último que vio a las niñas con vida.