Atasco permanente en Alcorcón
La N-V es la segunda vía de acceso a la capital más utilizada
Si uno sintoniza la radio, da igual a qué hora, es casi seguro que en la información del tráfico escuchará que hay "retenciones entre el kilómetro 14 y el 18 de la N-V". Es decir, en el fatídico punto entre Móstoles y Alcorcón donde cada día más de 48.000 vehículos que viajan hacia Madrid quedan atascados.
La N-V, o carretera de Extremadura, es la segunda vía más concurrida para entrar a Madrid, pero ostenta otro dudoso título: el de atasco más persistente de toda la Comunidad.
La razón del colapso es sencilla: a la altura del kilómetro 14, la vía de servicio por la que circulan los vehículos que vienen de Móstoles por la M-506 y del barrio de Parque Oeste de Alcorcón -donde se halla una de las mayores concentraciones comerciales de la región- se une a la N-V, que tan sólo tiene dos carriles en ese punto y no puede asumir todo el flujo circulatorio que llega de la vía de servicio. Sin embargo, pasado el kilómetro 14 y tras sortear una pronunciada curva a la izquierda, la situación se alivia a medida que se avanza. De dos carriles se pasa a tres en el kilómetro siguiente, a cuatro en el siguiente y a cinco en el punto kilométrico 11.
En ese lugar se halla el desvío a la M-40, que absorbe a la mayoría de automóviles de la N-V. De un total de 60.000, la M-40 se lleva, cada día, casi 40.000.La Dirección General de Tráfico (DGT) refleja las bajísimas velocidades medias que registra la carretera de Extremadura: salir a las siete de la mañana del kilómetro 23 implica circular a un promedio de 31 kilómetros por hora hasta la capital; hacerlo una hora más tarde supone marchar a 42 kilómetros por hora.
Desde el gran atasco del kilómetro 14 hasta llegar a la capital, el viaje resulta más o menos plácido. A las puertas de Madrid, el número de vehículos que entran en la metrópoli -74.000, de los que 8.500 son camiones- es muy similar al de los que salen. Entre las siete y las nueve de la mañana, en la hora punta, son 11.000 los automóviles que entran en la ciudad por esta carretera. Ésta es la segunda vía más utilizada para acceder a la capital. Dentro de Madrid, la mayor complicación surge en la Cuesta de San Vicente, que desemboca en la plaza de España. Además, la carretera de Extremadura se convierte en una autovía urbana a su paso por la ciudad, lo que también retarda la circulación.
La gran congestión de tráfico en la N-V tampoco se ve solucionada por el masivo uso del transporte público. La línea C-5 del tren de Cercanías, que enlaza Móstoles con Madrid, es la más utilizada de toda la región y sus usuarios son más -170.950- que los de toda la red de Cercanías de Barcelona. También los autobuses interurbanos ocupan gran parte de su aforo. 30.000 personas viajan en alguna de las cuatro líneas que hacen los 22 kilómetros del trayecto.
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