El alcalde de Londres pide su reingreso en el Partido Laborista

Ken Livingstone, el alcalde de Londres conocido como Ken el Rojo, está a punto de volver al Partido Laborista, del que fue expulsado en 2000 por irse demasiado a la izquierda de Tony Blair. Aunque a su retorno se oponen figuras del laborismo de hoy, como el ministro del Tesoro, Gordon Brown, y de ayer, como el antiguo líder y ahora comisario europeo, Neil Kinnock, fue aprobado ayer por la ejecutiva nacional del partido con 25 votos a favor y 2 en contra. La readmisión, condicionada a que Livingstone acate las actuales posiciones del partido, será efectiva en enero.

Livingstone explicó ayer la reconciliación en términos matrimoniales: "A veces las parejas se enfadan, se divorcian y luego se dan cuenta de que se echan terriblemente de menos". Pero éste parece, sobre todo, un matrimonio de conveniencia. El alcalde, sobre el que pesaban cinco años de destierro, se ha ganado el retorno gracias al éxito de la introducción de un peaje a los coches que acceden al centro de Londres. Lo que los laboristas pensaban que sería un absoluto fracaso y la tumba política del díscolo alcalde, se ha convertido en uno de los más sorprendentes éxitos del año, dejando sin opción en las elecciones de junio próximo a la candidata laborista, Nicky Gavron, que el lunes renunció a favor de Livingstone. Y éste necesita el aparato y el dinero laborista para asegurarse la reelección.