OPINIÓN DEL LECTOR

Cartas al director

Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

A Ignacio González, vicepresidente

Cartas al Director

Madrid - 14 dic 2003 - 00:00CET

El vicepresidente primero de nuestra Comunidad dio a entender que "a los ciudadanos no les importa la forma de gestión de la sanidad de Madrid". Parece ser que, después de haber llegado al poder tras un proceso de dudosa legitimidad, cree haber recibido un cheque en blanco para manejar los servicios públicos a su capricho. Sus declaraciones referentes a la gestión en salud demuestran:

1. Que tiene una cultura muy pobre en gestión sanitaria, no se puede gestionar la salud sin conocer las necesidades de las personas y sin la participación ciudadana.

2. Que está dispuesto a gobernar de espaldas a la comunidad de personas, agentes sociales, profesionales sanitarios.... que "convivimos" en Madrid, perpetuando las costumbres del Gobierno de Aznar.

3. Que no niega intereses ocultos de privatizar los servicios públicos de salud de nuestra Comunidad.

4. Que desconoce que existen mecanismos legales de participación de los ciudadanos, agentes y profesionales sanitarios en el sistema público de salud debido a su interés en las formas de gestión.

5. Que ignora que el gobernar de espaldas a los ciudadanos y profesionales, privatizar la sanidad pública, aumentar las desigualdades sociales y las desigualdades en la atención sanitaria que reciben los ciudadanos, no corregir y aumentar la diferencia de trato que reciben los profesionales de los distintos centros sanitarios que se integran en el Sistema Público de Salud en Madrid será su talón de Aquiles.

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Espero que haber destapado su ignorancia sanitaria no le moleste y lo entienda como crítica constructiva. Tan constructiva que no me importa ofrecerle educación sanitaria para que usted y los responsables de sanidad de su Gobierno reciban clases públicas y gratuitas (que no particulares) para corregir sus vicios sanitarios. De lo contrario, firmaría un cartel similar al aparecido en las cajetillas de tabaco que diga: "Los ciudadanos y los profesionales sanitarios advertimos de que nuestras autoridades sanitarias son un peligro para la sanidad pública".