La policía iraquí cree que el agente secreto Bernal fue asesinado "por dinero"
El jefe de la investigación admite que aún no tiene pruebas contra los detenidos
La policía iraquí trabaja con la hipótesis de que el asesinato del sargento primero José Antonio Bernal, el pasado 9 de octubre en Bagdad, fue "un caso de criminalidad común, motivado por dinero", sin relación con la condición de español o agente secreto de la víctima. Así lo declaró ayer el jefe de la comisaría de Yarmuk, coronel Raad, encargado de la investigación. El comisario dijo "no estar seguro" de que las cinco personas detenidas desde el pasado día 3 sean las que mataron a Bernal. "Aún no hemos podido probar nada contra ellos", admitió.
A los sospechosos se les incautaron cinco armas -tres fusiles Kaláshnikov y dos pistolas-, y la policía también dispone de una huella dactilar dejada en la puerta de la casa del miembro del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), pero todavía no se ha comprobado si una de las pistolas corresponde a la utilizada en el crimen o la huella pertenece a algún detenido. "La comisaría fue saqueada después de la guerra y no disponemos de ordenadores ni equipos de investigación, por lo que nos vemos obligados a trabajar con métodos muy primitivos", se excusó.
El pasado miércoles, a la salida de la Comisión de Secretos Oficiales, el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, anunció que la policía iraquí había detenido a los "cinco presuntos culpables" de la muerte de Bernal. Los detenidos cuentan con antecedentes penales por asaltos a viviendas y falsificación de dinero. Hasta ahora se han negado a declarar. Su identificación se realizó a partir de declaraciones de testigos del crimen.
El comisario iraquí explicó que tardaron casi un mes en tender una trampa a los sospechosos para capturarlos a todos juntos. Se recurrió a un intermediario que simuló el encargo de un robo y, cuando los sospechosos se dirigían a la cita en un coche, se provocó un atasco para detenerlos, agregó. Saad aseguró que, aunque uno de los detenidos iba vestido de clérigo chií, se trataba de un disfraz. Según su versión, un español ha colaborado con la policía, pero el CNI "no tiene ningún papel" en la investigación.
En total, son seis los arrestados pues, además de los cinco de la semana pasada, el vigilante de la vivienda de Bernal permanece en prisión desde finales de octubre. Otro iraquí capturado con él fue puesto en libertad al poco tiempo.
Si la policía carece de pruebas para imputar a los presuntos asesinos de Bernal, más endebles son aún los cargos contra las 41 personas detenidas en Latifiya en relación con la emboscada en la que murieron otros siete agentes del CNI, el pasado 29 de noviembre.
Las fuerzas militares estadounidenses, que realizaron la redada, no han dado aún con las armas empleadas en el ataque y se basan en confidencias de vecinos, de carácter anónimo. "Ha sido una operación extraordinaria", declaró ayer a Efe el teniente general estadounidense Ricardo Sánchez. "Creemos que es casi seguro que hemos dado con los asesinos", insistió. "Sabemos que son los responsables porque tenemos información de la gente que les vio llevar a cabo la emboscada", explicó.
Para el jefe de las tropas de la coalición en Irak, no resulta extraño que el grupo realizara los ataques en la carretera que pasa junto a su pueblo, a pocos metros de sus casas y a plena luz del día. "Así es más fácil para ellos esconderse y perderse entre las calles", argumentó.
En cambio, el responsable de la policía iraquí de Mahmudiyah, coronel Wissam, sugiere que los asesinos no son los vecinos de Latifiya que se encuentran arrestados, ya que "ésta es una zona muy abierta, en la que es muy fácil venir de fuera y luego huir". Wissam niega que sus agentes colaborasen en la redada. "No hemos vuelto a intervenir en el asunto desde que rescatamos al único español superviviente", asegura. Precisamente, dos oficiales de la comisaría de Latifiya, dependiente del coronel, se encuentran entre los detenidos.
Las 39 personas que siguen en poder de las fuerzas de EE UU, una vez liberados otros dos policías, están detenidos formalmente a efectos de interrogatorio y sin que se haya presentado acusación formal. Esta situación, en la que carecen de abogado, podría prolongarse indefinidamente. "Permanecerán en nuestras prisiones hasta que se celebre un juicio que tendrá lugar, como pronto, dentro de varios meses", dijo ayer Sánchez.
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