_
_
_
_
Reportaje:FIN DE SEMANA

Paredes encaladas con brisa marina

Cuatro visitas invernales a pueblos andaluces cerca de la costa

Hubo un tiempo en Andalucía en que la densidad de población era inversamente proporcional a la proximidad del mar. Cabalgadas, toques a rebato... Era una costa expuesta a padecer las consecuencias de los desembarcos de piratas berberiscos.

De aquellos siglos nos han llegado pueblos que a prudente distancia de ese mar inseguro han sabido conservar tanto las trazas árabes como una cierta vocación marinera. Proponemos un paseo íntimo por cuatro de ellos.

1 Vejer de la Frontera (Cádiz)

Situado a 9 kilómetros de Barbate y a 13 kilómetros del cabo de Trafalgar.

Se levantaron en colinas cercanas al mar, a una distancia prudente para estar a salvo de los piratas y conflictos. Trazos árabes y ecos marineros en Vejer de la Frontera, Casares, Mojácar y Frigiliana.

Entre los próximos al mar, Vejer de la Frontera es el pueblo más excelso y sorprendentemente conservado de Andalucía, y bien merece recorrerse como Juan Goytisolo hacía con Tánger: a la manera de un agrimensor. Vejer ha aguantado bien el primer tirón del turismo y continúa sirviendo de ámbito a la vida cotidiana. Ni tan siquiera hay semáforos, por lo que el turismo rústico cobra un encanto especial.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

De la plazuela trepamos al palacio del marqués de Tamarón, cuyas exposiciones recrean la historia vejeriega. Cruzamos la puerta de la Segur y aparece la iglesia del Divino Salvador: románico-gótico en los arcos, gótico tardío en el rosetón.

Buscamos después los gruesos muros del arco de Sancho IV. Atravesarlo es llegar a la casa del Mayorazgo, donde la buena crianza demanda pedir permiso al vecindario antes de subir a la torre. Sí, el cinturón de murallas impresiona por el modo en que las casas ocupan, cual lapas, vericuetos y entresijos. Paseada la plaza de España, despedimos la villa en los soberbios molinos accionados por velas marineras.

DORMIR Y COMER

- Hotel-hospedería del convento de San Francisco (956 45 10 01; www.tugasa.com). Plazuela. Dependencias austeras, pero con sabor. La habitación doble, 65 euros.

- Restaurante La Vera Cruz (956 45 16 83). Eduardo Shelly, 1. Recetas franco-andaluzas servidas en una capilla del siglo XVI. Magret de pato a los cítricos. Precio medio, 30 euros.

2 Casares (Málaga)

A 15 kilómetros de Estepona (por la carretera interior).

Con la escolta vegetal de chaparros (alcornoques) y robles, se encuentra, a 15 kilómetros del ruido y la furia costasoleña, la villa de Casares. Es fácil quedar subyugado en el momento en que el sol empieza a dorar las casas colgantes. Entre tres montañas se eleva, a 435 metros de altura, este confuso amontonamiento de cajas en ascensión que invita al paseo, pese a la inclinación natural del terreno. En lontananza, el parque eólico, preludiando el Atlántico.

Tras embocar la calle de la Villa, surge, bajo la muralla, el Museo de Etnohistoria, y, más adelante, las ruinas del castillo árabe, la iglesia de la Encarnación (sin bóvedas), la ermita y el cementerio, vertiginosamente atalayado. Y es que La Planá (costado trasero) despierta la admiración general por su rotundidad.

Aparte de la fuente neoclásica de Carlos III, aún se mantiene la casa natal de Blas Infante, padre del andalucismo. El ritual del vinito y la tapa, cumplimentarlo en La Bodeguita de Enmedio.

DORMIR Y COMER

- Hotel rural Casares (952 89 52 11 y www.hotelcasares.com). Copera, 52. En un antiguo y céntrico cuartel de carabineros. La doble, 60,10 euros (desayuno incluido).

- Restaurante La Terraza (952 89 51 56). Carretera de Casares, kilómetro 12,5. Gazpacho casareño (sopa caliente), chivo y conejo a la montañesa, con hierbas de la zona. Estupenda panorámica. Unos 18 euros.

3 Mojácar (Almería)

Un nuevo paseo de dos kilómetros de largo lleva hasta la playa.

Tiene una verdadera mitología turística desde aquellos años sesenta de artistas y hippies. Y contrariamente al voraz urbanismo del Levante almeriense, Mojácar mantiene vivos los principios de la arquitectura popular. Es así en la calle de Enmedio, y, traspasada la puerta de la Almedina, en la pensión El Torreón, donde se satisfacían los derechos de portazgo. La plaza del Ayuntamiento está casi enteramente ocupada por un ficus de notable desarrollo, mientras que en la plaza de la iglesia de Santa María refulge la escultura a la mojaquera, en mármol de Macael, a juego con el blancor de las fachadas.

A continuación de la fuente Mora, conviene reservar para las horas vespertinas el mirador de la plaza Nueva. Ante la baranda, el agraciado valle con la montaña cónica donde se asentó Mojácar la Vieja. En otoño se agradece tanto la ausencia de masas de turistas cuanto el hecho de negociar los desniveles sin gota de sudor. La tranquilidad manda, salvo en el bar La Calima, donde se concentra la acción popular.

DORMIR Y COMER

- Hotel Mamabel's (950 47 24 48 y www.mamabels.com). Embajadores, 5. Hotelito de nueve habitaciones con mucho encanto. Dispone de restaurante. La doble, 64 euros (con desayuno); a partir de tres noches, 53,50 euros.

- Restaurante El Palacio (950 47 28 46). Plaza del Caño, 3. Construcción tradicional para las berenjenas con pollo y el salmón en salsa de uvas. Precio medio, menos de 20 euros.

4 Frigiliana (Málaga)

A siete kilómetros de Nerja.

Por su singular belleza y encontrarse burilado en la Axarquía, Frigiliana es un pueblo merecedor de cuantas visitas recibe a diario. Han sabido los frigilianenses conciliar el turismo con la conservación del casco mudéjar; lo adornan con el rojo del geranio y el verde de las plantas decorativas, a los que se une el encalado prenavideño.

Los lances de la batalla del Peñón (1569), último reducto morisco durante la rebelión de las Alpujarras, excitan la imaginación gracias a la Ruta de los Paneles Cerámicos; de camino surge la iglesia de San Antonio, con artesonado del siglo XVII y una iluminación nocturna que la hace flotar en una palidez luminosa e irreal.

Además de las tiendas de vino y artesanía, especial mención merece la única fábrica de miel de caña de Europa, que utiliza un antiguo palacio del siglo XVI. En la Casa de Cultura El Apero, un museo informa sobre la necrópolis, entre tartesa y fenicia, del cerrillo de la Sombra. Frigiliana no se conoce en un periquete. Para apalancarse en la calle Real, mejor quedarse en Nerja.

DORMIR Y COMER

- Hotel rural Los Caracoles (952 03 06 80 y www.hotelloscaracoles.com). Carretera Frigiliana-Torrox, km 4,5. Cinco casitas en forma de caracol. La habitación doble, 77 euros. Oferta entre semana: tres noches al precio de dos.

- La Taberna del Sacristán (952 53 30 09). Plaza de la Iglesia, 12. Berenjenas rellenas y paletilla de cordero lechal en miel de caña. Unos 25.

La arquitectura blanca de Casares, de origen árabe, se adapta a la ladera creándose una original trama geométrica.
La arquitectura blanca de Casares, de origen árabe, se adapta a la ladera creándose una original trama geométrica.FANUTZ OLIMPIO

MÁS INFORMACIÓN

Vejer

- Oficina de turismo de Vejer (956 45 01 91). Visitas guiadas por el casco monumental, al mediodía.

- www.aytovejer.org.

- www.jandalitoral.org.

Casares

- Ayuntamiento (952 89 41 26).

- www.casaresnatural.com.

- www.mancomunidad.org.

- www.visitacostadelsol.com.

Mojácar

- Oficina de turismo de Mojácar (950 61 50 25).

- www.mojacar.es.

- www.indalia.es.

- www.almeria-turismo.org.

Frigiliana

- Turismo de Frigiliana (952 53 31 26).

- www.frigiliana.com.

- www.axarquia-rural.com.

- www.axarquiaturismo.com.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_