Los integristas reciben mal la propuesta de vetar el velo islámico en la escuela pública

Los asesores de Jacques Chirac promueven un "laicismo de exclusión" y "debilitan la voluntad de diálogo existente", según el comunicado difundido en Internet por la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF), el más fundamentalista de los grupos que actúan abiertamente. Esta reacción se produjo 24 horas después de difundido el informe del comité presidido por el mediador de la República, Bernard Stasi, que recomienda la prohibición de signos religiosos "ostensibles" en la escuela pública.

Para la UOIF, "los musulmanes" están viviendo este informe como "un retroceso de las libertades fundamentales y una vuelta al laicismo de combate contra la religión". Ese grupo fue el segundo más votado en las elecciones al Consejo del Culto Musulmán, celebradas en la primavera pasada. En uno de sus congresos se abucheó al ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, cuando éste les recordó que los titulares de los documentos de identidad han de fotografiarse con la cabeza descubierta. Hombres y mujeres (éstas con velo) asistían a la sesión en bancos separados.

Los fundamentalistas pueden sentirse aludidos porque la comisión, basándose en los testimonios recogidos durante la investigación, confirma que las mujeres viven "un verdadero drama" en ciertos barrios, donde hay un "resurgimiento del sexismo, que se traduce por presiones y violencias verbales o físicas", lo cual explica, en parte, el creciente número de chicas con la cabeza cubierta.

Calendario de fiestas

Una de las ideas más discutidas del informe Stasi es la introducción de una fiesta musulmana y otra judía en el calendario escolar, hasta ahora organizado en torno a fiestas católicas (Navidad, lunes de Pascua, la Ascensión, lunes de Pentecostés, Todos los Santos) y otras de carácter patriótico. Las nuevas fiestas le parecen "una idea interesante" a Manuel Valls, alcalde de Evry, una ciudad de la periferia de París donde la coexistencia de religiones es un hecho no siempre pacífico. Otras voces se preguntan, por el contrario, qué coherencia tiene crear nuevas fiestas cuando el Gobierno ya había decidido reducir las existentes.

Los diarios abundaron ayer en otros peligros de la reforma. Para Jean-Marie Colombani, director de Le Monde, la prohibición de los símbolos religiosos conlleva el riesgo de "estigmatizar, marginar y excluir a una parte de la población en el momento mismo en que el país tiene más necesidad que nunca de integración, mientras Europa entera debe preparar y organizar nuevas oleadas de inmigración". El diario Le Figaro se pregunta si la prohibición será usada para justificar "el desarrollo, ya programado, de escuelas coránicas privadas".