El PSOE lleva a su programa un carné de conducir por puntos para reducir accidentes

El PSOE pretende implantar en España el carné de conducir por puntos que se irían restando, incluso hasta llegar a la pérdida de la licencia, por cada infracción cometida. La propuesta ha sido incluida en el programa electoral socialista sobre seguridad vial como una de las más importantes medidas para la concienciación del automovilista y para reducir accidentes. Experiencias similares en Italia, Francia o Reino Unido demuestran que la posibilidad de perder puntos y el carné mejora el comportamiento del conductor y reduce los accidentes hasta en un 30% en el primer año.

El programa electoral sobre seguridad vial, cuya elaboración ha sido coordinada por el diputado socialista Victorino Mayoral, incluye hasta 14 medidas para reducir la siniestralidad sobre el asfalto. El año pasado murieron 5.347 personas en vías urbanas y en carreteras y este año ya van 3.700 fallecidos sólo en carretera.

"Hay una parte importante de responsabilidad colectiva en los accidentes de tráfico de no atender las normas de circulación", asegura Jesús Caldera, portavoz parlamentario socialista. El carné de conducir por puntos pretende conseguir "un mayor grado de autocontrol y responsabilidad de los conductores en la utilización del permiso", en el que los puntos funcionan como una especie de "crédito de confianza" que la sociedad concede al automovilista y que puede perder si comete infracciones.

Las experiencias en otros países indican que las conductas de riesgo cayeron sensiblemente en los primeros meses de entrada en vigor del carné por puntos, lo mismo que la siniestralidad. Los socialistas calculan que en las primeras etapas de su entrada en vigor puede suponer una bajada de los accidentes de entre un 3% y un 10%. "En Italia, una medida similar redujo, sólo en el primer año, un 30% el número de fallecidos", afirma Caldera.

Los socialistas consideran que antes de poner en marcha el sistema será necesario "un profundo estudio y análisis de todos sus problemas". El plan socialista incluye estudiar cómo ha funcionado la experiencia en los países donde ya funciona, ya que ninguno es idéntico. Los sistemas de otros países son éstos:

- Francia. Se otorgan 12 puntos y se restan por cada infracción hasta el punto de anular la licencia en caso de que se agoten. Siempre que quede al menos un punto, podrá recuperarse el resto si no se comete ninguna infracción en tres años o mediante un curso de reciclaje.

- Alemania. Se dan hasta 18 y las infracciones se castigan con la resta de entre uno y siete puntos, según la gravedad. Cuando pierde nueve, el automovilista es amonestado por escrito. Con 14 menos, hay que pasar un examen y al llegar a los 18 se ordena un reconocimiento médico psicológico y, en su caso, se retira el carné.

- Reino Unido. Se restan con cada infracción los llamados "puntos de penalización". Si se llegan a perder 12 en tres años, se suspende el permiso por un mínimo de seis meses, que una vez superado deja limpio al conductor. La penalización permanece once años si se ha impuesto por conducir bebido o por haber provocado una muerte por guiar descuidadamente, aunque en este caso la retirada puede ser definitiva.

- Luxemburgo. Se parte con 12 puntos que, si se pierden, suponen la suspensión de la licencia por un año. Se pueden recuperar de tres en tres con cursos de reciclaje y la totalidad si en los tres años posteriores al curso, no se comete ni una infracción.

El proyecto socialista ya ha sido incluido en su propuesta de conclusiones finales de la Subcomisión del Congreso sobre Seguridad Vial y Prevención de Accidentes y también se incluye en las 72 medidas que (CiU) pretende incluir en el dictamen de la subcomisión. Los socialistas, en su documento en pro de una nueva política de seguridad vial, fijan una docena de medidas para reducir siniestros, que suponen un coste anual de 15.025 millones de euros. El objetivo es que "en cinco años baje la cifra de fallecidos entre un 30% y un 40%. "Salvar vidas es indispensable", asegura Caldera, quien añade que su grupo está dispuesto a "endurecer las sanciones a las infracciones de tráfico, porque la situación es insostenible".

El programa electoral incluye la elaboración de un nuevo plan de seguridad vial, mejorar el diseño de las carreteras, incorporar la educación vial en la enseñanza obligatoria, crear una agencia de seguridad vial, estrechar la colaboración con los ayuntamientos y, además, aplicar medidas tendentes a modernizar el parque de vehículos. "Estamos dispuestos a contemplar incentivos fiscales a la fabricación de vehículos turismos con limitadores de velocidad como los que ahora usan los camiones", dice Caldera.

Mientras, la Comisión de Economía del Senado aprobó ayer una enmienda del PP a la ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2004 que permite a los agentes de tráfico retirar el carné de conducir en el acto a un conductor cuando éste haya cometido una infracción muy grave o se haya visto implicado en un acidente y presente síntomas evidentes de embriaguez que le impidan mantener las condiciones necesarias para la conducción.