La tasa de ahorro de los hogares creció en 2002 por primera vez en siete años
La moderación del consumo permite superar el mínimo de 2001
Los hogares españoles consiguieron incrementar tres décimas su nivel de ahorro el año pasado, hasta situarlo en el 10,6% de la renta disponible. Es el primer crecimiento anual que registra este indicador desde 1995, aunque la tasa de ahorro continúa en mínimos históricos. La contención del consumo que impuso la incertidumbre económica del año pasado, unida a un aumento de la renta, explica este cambio de tendencia.
La tasa de ahorro de los hogares, uno de los principales colchones de la economía para afrontar situaciones de incertidumbre, experimentó un cambio de tendencia en 2002, al pasar del 10,3% de la renta disponible de los hogares en 2001 al 10,6%. Aunque la cuantía es poco significativa y este indicador continúa en mínimos históricos, el dato, referido a 2002 pero publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pese a estar a punto de terminar 2003, supone una ruptura respecto a la caída continua registrada desde 1995.
El INE modificó ese año el modo de medir la tasa de ahorro, de forma que los datos actuales no son comparables con la serie anterior. Sin embargo, en 1995 sí se registró un aumento en el nivel de ahorro familiar, el último conocido hasta el dato de ayer.
Contención de las familias
La subida del ahorro obedece a un crecimiento de la renta disponible de los hogares (7%) superior al avance del consumo (6,2%). La incertidumbre económica que inundó todo el año pasado provocó una tendencia a la contención en el consumo de los hogares. Los datos de Contabilidad Nacional del año pasado reflejan que el consumo familiar creció un 2,6%, frente al 2,9% de 2001 y muy lejos del 4% registrado el ejercicio anterior. La desaceleración económica llevó a los hogares a una mayor cautela en sus decisiones de gasto. Y es que el dato de ahorro familiar suele verse favorecido por los momentos de contracción y registrar caídas en los expansivos, cuando los hogares son más proclives al consumo. De hecho, son cada vez más los hogares que sienten mayor dificultad para llegar a fin de mes.
El ahorro de los hogares españoles está en unos niveles históricamente bajos. En los años sesenta y setenta, este indicador se situaba aproximadamente en el 16% de la renta disponible. A partir de esa fecha comenzó a bajar y alcanzó un mínimo en 1989. Desde ese momento se produjo una cierta recuperación que culminó con el mínimo histórico de 2001. El dato conocido ayer puede marcar un punto de inflexión con respecto a ese nivel.
Más allá de la cifra de los hogares, el ahorro total de la economía española (familias, administraciones públicas, instituciones financieras y sociedades no financieras) creció un 7,5% el año pasado. Al igual que en el caso anterior, influyó que la renta aumentara por encima del consumo, pero también que decayera el flujo inversor respecto a 2001. Con estas premisas, se redujo la necesidad de financiación de la economía española, que requirió del exterior 11.100 millones de euros, 3.600 menos que en 2001.
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