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El árbol de la vida

"Orgulloso pero desde la melancolía" fue el sentimiento expresado por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, durante la clausura de la exposición El árbol de la vida, de Las Edades del Hombre, que cerró ayer sus puertas en la catedral de Segovia con 860.000 visitantes. Un último recorrido, junto al comisario de la muestra, Antonio Meléndez, y al presidente de la fundación, Rafael Palmero, fue aprovechado para recordar los mejores momentos de siete meses de exposición, como el interés que mostró el Rey ante la historia que rodeaba a la pieza del Cristo del Perdón, de Luis Salvador Carmona, y el confesor de la reina Isabel II, san Antonio María Claret, en torno al rechazo de éste a la anexión a Italia de los Estados pontificios. En un recorrido sembrado de obras de El Greco, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Pedro y Alonso Berruguete o Ambrosius Benson, entre otros, el obispo segoviano, Luis Gutiérrez, todavía se acordaba de que dijo a don Juan Carlos que le iba a contar una historia en torno a esa escultura que a lo mejor no le iba a gustar, a lo que el Monarca respondió al prelado que no se preocupara por ello, aunque en el fondo subyacía el enfado de Claret con la reina y su marcha a Roma.

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