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Respuesta a las derechas

Uno de los aspectos más novedosos e importantes de las últimas elecciones autonómicas en Cataluña fue la centralidad que el tema social tuvo durante la campaña electoral. Por primera vez en el debate político de Cataluña se cuestionó la imagen (promovida por los gobiernos conservadores catalán y español) de que la España social va bien y la Cataluña social va incluso mejor. Los partidos progresistas utilizaron la evidencia empírica existente (L'Estat del Benestar a Catalunya www.vnavarro.org) para denunciar que la España social no va bien y la Cataluña social (en muchos aspectos tales como las escuelas, los centros de atención primaria sanitaria, los servicios de ayuda a las familias, las residencias de ancianos y muchos otros servicios públicos que afectan la calidad de vida, sobre todo de las clases populares) va incluso peor. Frente a estos datos, el partido gobernante y sus aliados en el mundo académico y mediático respondieron con una campaña llena de insultos. Un ejemplo representativo de ello es el artículo de Xavier Sala i Martí (XSM), asesor del candidato señor Mas ('Yo votaré al Sr. Mas', La Vanguardia, 14-11-2003), en el que insulta al señor Maragall llamándolo "mentiroso" y "anticatalán", al señor Carod Rovira ("irresponsable"), al señor Saura ("marxista trasnochado") y otra retahíla de adjetivos, concluyendo que es una "esperpéntica mentira, tan falsa que hace risa" indicar que Cataluña está por detrás de España en sanidad y en educación. Tanto el señor Mas como el señor XSM tienen los medios de comunicación de la Generalitat y los medios conservadores (que son muchos) en este país a su alcance, en los que, además de insultar, continúan en su campaña de descrédito de tal "esperpéntica mentira" de que la Cataluña social no va bien. En realidad -dicen el señor Mas y el señor XSM-, Cataluña está no sólo mejor que el promedio de España, sino incluso mejor que el promedio de Europa, y ello como resultado de las políticas sociales del partido gobernante en Cataluña. Y, para probarlo, el señor Mas, el señor XSM y otros dirigentes de CiU señalaron repetidamente que, como consecuencia de las políticas sociales de CiU, la esperanza de vida de Cataluña es la más larga del mundo (después de Japón); 13 hospitales en Cataluña están entre los 20 mejores hospitales de España; Cataluña es el único país de Europa que ha escolarizado al 100% de los niños entre tres y seis años y Cataluña es la única comunidad autónoma en donde todas las escuelas están conectadas a Internet.

En ninguno de tales medios, sin embargo, se aclaró que el hecho de que Cataluña sea uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo no puede atribuirse a la eficacia de las políticas del Gobierno convergente por la sencilla razón de que Cataluña (y España) ya tenía una de las esperanzas de vida más largas del mundo antes de que gobernara CiU en esta comunidad. Es conocido entre los expertos en salud pública que la esperanza de vida en los países desarrollados no es un buen indicador de la eficacia de los servicios sanitarios, pues la longevidad está influida por otros factores distintos de los servicios médicos tales como la dieta y el clima. Indicadores más importantes de eficacia sanitaria son la mortalidad por causas prevenibles como el sida, la tuberculosis, los accidentes laborales y otros en los que Cataluña está por detrás del promedio de España y a la cola de Europa. Igual corrección merece la afirmación de que Cataluña es el único país de Europa que ha escolarizado al 100% de los niños de tres a seis años, lo cual no es cierto. Sólo en España hay bastantes comunidades autónomas (Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y La Rioja) que tienen también el 100% de los niños de tres a seis años escolarizados. De ellos, Cataluña es, por cierto, una de las comunidades autónomas que tiene una cobertura pública menor (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 2002-2003).

Tampoco pueden cogerse, como hace CiU, los datos del programa de acreditación de hospitales TOP20 como signo de excelencia del sistema hospitalario catalán. Tal agencia privada no hace un muestreo de los hospitales -condición indispensable para llegar a tal conclusión de excelencia de los hospitales o de los sistemas hospi

talarios-. En realidad, este programa TOP20 es una iniciativa privada que acredita a los hospitales que lo solicitan. Este año lo solicitaronhospitales de sólo cuatro comunidades autonómicas. Puesto que se entrega un top (categoría mayor) por cada seis solicitudes, las comunidades que tienen más solicitudes son las que tienen más tops. El sesgo de la muestra, por tanto, hace tal sistema muy poco representativo. Tomar los resultados del servicio de consultoría TOP como excelencia del sistema hospitalario es poco riguroso. Por último, otras comunidades autónomas además de la catalana tienen todas las escuelas públicas conectadas a Internet, pero lo que distingue a las escuelas públicas catalanas es que, además de tener uno de los gastos públicos por alumno más bajo de España, tiene también uno de los números de ordenadores más bajos por escuela de España.

A pesar de la manipulación de las noticias por parte de los medios de información de la Generalitat y la prensa conservadora, el tema social se convirtió rápidamente en un tema visible durante las elecciones, lo cual contribuyó al deterioro electoral del partido gobernante, el único partido de Cataluña que ha ido perdiendo votos desde 1995, con un trasvase de votos del nacionalismo de derechas al nacionalismo de izquierdas que significa un cambio positivo de enormes repercusiones y que posibilita que por primera vez desde 1980 que las izquierdas puedan crear un gobierno de progreso.

La experiencia en la UE es clara. Aquellos países en Europa que tienen izquierdas fuertes y derechas débiles tienen un Estado de bienestar desarrollado. Los países que tienen unas derechas fuertes y unas izquierdas divididas como ha sido el caso de Cataluña (y de España) tienen Estados de bienestar débiles. Sería de desear que las izquierdas se unieran para poder gobernar corrigiendo el gran déficit social de Cataluña y también para terminar con la instrumentalización tan abusiva de los medios de información de la Generalitat que ha ocurrido en estos años.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra.

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