La Copa o el ITER
Finalmente, se ha conseguido el anhelado objetivo: la Copa del América tendrá por sede a Valencia. Cabe felicitarse por la inyección monetaria que supondrá y porque nuestro nombre se conozca en el mundo entero. No obstante, analicémoslo más globalmente. El ansiado trofeo no deja de ser una competición elitista. Habría sido ciertamente preferible que el proyecto del ITER para la investigación de la fusión nuclear, ya que no aquí, hubiera tenido un firme candidato en España. En nuestro país mucho se ha apostado en los últimos años por aparentes, cosméticos y efímeros logros de cara a la galería en lugar de preocuparnos de lo que realmente importa, la descuidada inversión en investigación y tecnología. Nadie recordará la ciudad sede de la Copa del 2007 en unos decenios pero será un hito el lugar que haya apostado por resolver nuestros problemas energéticos. No será tan glamuroso, pero optar por la ciencia supone hacer una inversión a largo plazo notoriamente más rentable.
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