Aznar se niega a rectificar sobre Irak y rechaza el consenso que ofrece Zapatero

El presidente del Gobierno, José María Aznar, rechazó ayer el consenso que le ofrecieron los portavoces del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y de CiU, Xavier Trías, en el debate sobre Irak celebrado en el Congreso sólo tres horas después del funeral celebrado en memoria de los siete agentes secretos muertos en una emboscada el pasado sábado. Aznar reafirmó la continuidad de su política: "Nuestra retirada de Irak sería el triunfo de los terroristas, y el terror se combate no cediendo nunca". Zapatero ofreció "diálogo y generosidad" a cambio de una corrección del Gobierno del PP en su política de "seguidismo ciego" de Estados Unidos.

Aznar acusó a Zapatero de romper el consenso internacional que imperaba en España desde 1990, y el dirigente socialista reprochó al presidente del Gobierno hasta siete errores en Irak: "Rectifique y dialogue y nos tendrá a su lado", añadió el líder del primer partido de la oposición. No hubo acuerdo.

El eco del funeral se trasladó al Pleno del Congreso, donde sólo al final hubo un conato levísimo de alboroto parlamentario.Aznar rechazó a través de la técnica del ninguneo político la oferta de acuerdo que le lanzó Zapatero. El líder socialista aceptó la necesidad de mantener las tropas en aquel territorio intensificando la participación internacional. El presidente se limitó a recordarle las distintas posturas que, en su interpretación, han mantenido los socialistas.

El líder de IU, Gaspar Llamazares, llegó a la tribuna con la pegatina del No a la guerra y sostuvo con apasionamiento, lo mismo que Iñaki Anasagasti (PNV), que las tropas deben regresar ya, hoy mejor que mañana. CiU se sumó a la idea de que los soldados sigan en Irak, pero con la máxima legitimidad y con la más amplia participación internacional.

Mariano Rajoy, candidato a la presidencia del Gobierno, intervino por sorpresa, en lugar del portavoz parlametario del PP, Luis de Grandes, para fijar la posición de su grupo.