El concejal Calvo destituye a la cúpula del Samur investigada por irregularidades
Gilarranz, director del servicio de emergencias, llevaba 11 años en el cargo
Pedro Calvo Poch, concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, decidió ayer destituir de sus cargos a la cúpula del Samur-Protección Civil: José Luis Gilarranz Vaquero, director de servicios del Samur-Protección Civil, y Juan Carlos Medina Álvarez, jefe de departamento del servicio. El relevo coincide con las investigaciones abiertas sobre la gestión de estos directivos a los que se les imputan supuestas irregularidades en su gestión. Una de estas causas está en los tribunales.
Un portavoz del Ayuntamiento aseguró que la decisión de prescindir de los servicios de los dos máximos responsables de la cúpula del Samur obedece a un "relevo" como "otros" que el concejal de Seguridad está realizando. "Estos dos cargos, son dos cargos de confianza y el concejal cree que ha llegado el momento del relevo", añadió. Pero, a la vez, fuentes del Ayuntamiento admiten que la gestión de Gilarranz al frente de los servicios municipales de urgencia estaba siendo analizada con lupa tras las denuncias efectuadas por algunos sindicatos y puestas en conocimiento ante los tribunales.
Gilarranz era director de servicios del Samur-Protección Civil desde que se fundó el servicio en 1991. Su sustituto debe ser nombrado en los próximos días. El edil Calvo ya ha decidido ya quién ocupará el puesto de Juan Carlos Medina Álvarez, el segundo en la cúpula del Samur: el médico Ervigio Corral.
Gilarranz era uno de los hombres de confianza del que fuera concejal de Salud y Consumo Simón Viñals en el equipo del anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano. Viñals está pendiente de ser juzgado por el caso funeraria. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) tiene pendiente todavía fijar la fecha para el juicio oral en el que se encuentran procesados tres altos cargos del PP: el ex diputado regional Luis María Huete y los ex concejales Simón Viñals y Antonio Moreno. Los tres participaron en la venta del 49% de la funeraria municipal en 1992 por un precio inferior a su valor real (0,60 euros), según las conclusiones del fiscal.
Calvo Poch comunicó ayer su cese al doctor Gilarranz y a Medina. Oficialmente se trata de un relevo de los "muchos" que el concejal está realizando en su área. Pero en el Ayuntamiento de Madrid nadie niega que la gestión de Gilarranz estaba bajo sospecha desde hace semanas. Tanto la oposición como los sindicatos habían denunciado la gestión del Samur en las últimas semanas y algunas de sus intervenciones llegaron incluso a los tribunales. Una de ellas fue denunciada por el sindicato CSI-CSIF, que advirtió que el Samur había comprado desde el año 1999 prendas de ropa y otros materiales corporativos por valor de 108.000 euros, artículos que luego eran vendidos en tenderetes instalados en las bases operativas de este servicio.
El Juzgado de Instrucción número 22 de Madrid abrió una investigación tras la denuncia realizada por el sindicato, en la que directamente se acusa de estas irregularidades a José Luis Gilarranz Vaquero, director de servicios del Samur-Protección Civil; a Juan Carlos Medina Álvarez, jefe de departamento del servicio, y a José Antonio Jiménez Fraile, adjunto al jefe de departamento. En la demanda se acusa a los directivos del Samur de supuesta "prevaricación, abuso de autoridad y tráfico de influencias".
Según esa denuncia, el Samur-Protección Civil, destinó la compra de estos artículos a la venta "en una tienda habilitada en unas dependencias del servicio y en un stand instalado durante las jornadas municipales de catástrofes".
Diferentes precios
Las tarifas de estos productos, según la publicidad realizada por el propio Samur-Protección Civil, se dividían en dos bloques: uno para el personal del Samur y otro para el público. Un pin, por ejemplo, les costaba 70 céntimos de euro a los primeros y 1 euro a los segundos. Un chaleco con escudo bordado, el producto más caro, 18 y 21 euros, respectivamente. Los compradores no recibieron "en ningún caso factura o recibo similar", según CSI-CSI.
En julio de 2002, la concejal socialista Teresa Hernández solicitó la dimisión del entonces concejal de Salud y Consumo, Simón Viñals, tras la denuncia efectuada por el sindicato Manos Limpias acerca de presuntas irregularidades en los cursos de formación del Samur. La concejal se hacía eco de la denuncia del sindicato según la cual José Luis Gilarranz y sus colaboradores se habían beneficiado supuestamente de un presunto fraude en un master en Medicina de Emergencias cuyas clases no habrían sido abonadas a los profesores o éstos habrían cobrado cantidades inferiores a las previstas.
Según la información aportada por los sindicatos a la fiscalía, la esposa y la madre de Gilarranz supuestamente cobraron por estos cursos del Samur. Según la denuncia, la mujer del director de Samur, Montserrat Lozano Ibáñez -enfermera y trabajadora del servicio municipal- cobró 3.000 euros por las clases que impartió a alumnos de la Universidad Complutense. Lozano, su esposo y el concejal Simón Viñals fueron los que más dinero percibieron por estos cursos -entre 3.000 y 2.500 euros-.
El pasado 13 de octubre, Interviú publicó que Gilarranz utilizó a personal de Samur para trabajar en su casa asegurándoles: "Ya os compensaremos". 15 de estos trabajadores acudieron a la casa de la exclusiva urbanización de El Bosque, en Villaviciosa de Odón, para trabajar en la vivienda de su jefe.
Calvo aseguró hace 10 días a EL PAÍS que había pedido información sobre las irregularidades que se le imputaban a la cúpula del Samur-Protección Civil. Ayer, el edil destituyó a Gilarranz y a Medina tras permanecer 11 años gestionando las urgencias muncipales. A estos relevos les seguirá una profunda remodelación en este servicio, según fuentes municipales.
Gilarranz ha declarado con frecuencia que el Samur es "posiblemente el mejor servicio de asistencia extrahospitalaria del mundo", argumentando que desde su creación en 1991 ha logrado reducir la mortalidad en las calles de Madrid en un 67%.
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