Liderazgo de la Comunidad Valenciana

La Comunidad Valenciana crecerá en el año 2004, como reconocen todos los analistas y observatorios económicos, más que en el año 2003, y más que la media europea, lo cual garantiza continuar con el proceso de convergencia real. Es decir, la renta per cápita de los valencianos se aproximará por noveno año consecutivo a la de los europeos más prósperos.

Desde el inicio de la democracia, nunca se había producido una etapa tan larga de desarrollo económico continuo que, además, ha transcurrido tanto en épocas alcistas como descendentes del ciclo económico. Esto supone una ruptura del comportamiento tradicional valenciano.

El tejido económico valenciano ha tenido siempre una vocación clara de presencia exterior, que ha llevado a que sea una de las regiones europeas con mayor grado de apertura. Por ello, la economía siempre se ha movido en la misma dirección del ciclo económico, con una peculiaridad: la Comunidad Valenciana amplificaba las fases del ciclo. Es decir, se crecía más que la media en las fases de crecimiento, avanzando por tanto en convergencia real, pero se producían mayores recesiones en las fases de desaceleración. Como se puede apreciar en el ciclo, ésto sucedió por última vez en el 91/92. A partir del cambio de la política económica en 1996, la Comunidad Valenciana ha evolucionado como el ciclo, pero siempre por encima de la media europea y española.

"La renta per cápita de los valencianos se ha aproximado por noveno año a la de los europeos"

La orientación de la política económica desde 1996, con una clara apuesta por la estabilidad y las reformas, se ha ajustado extraordinariamente a una sociedad emprendedora, dinámica y con vocación internacional, como la valenciana. Esto es lo que llamábamos desde el Partido Popular en 1995 "Valencianizar" la política española o incrementar el "poder valenciano".

Los gobiernos del Partido Popular desde 1996 han realizado un altísimo esfuerzo inversor en la Comunidad Valenciana. Las dos Legislaturas 1996-2000 y 2000-2004 han supuesto una cuantía inversora superior a las 6 anteriores. Los problemas con los que se enfrentó el Partido Popular en 1995, cuando Eduardo Zaplana asumió la presidencia de la Generalitat, eran prácticamente los mismos que seis décadas atrás: la red ferroviaria del mediterráneo y con el centro de España estaban absolutamente anticuadas y suponían un estrangulamiento que impedía nuestro desarrollo. En carreteras, salvo la autopista del mediterráneo estábamos absolutamente marginados en la red de autovías. No se acababa la de Madrid, no se avanzaba en la Valencia-Zaragoza-Son port y las comunicaciones internas eran obsoletas y dificultaban el proceso de vertebración. El turismo se basaba exclusivamente en el "sol y playa" porque no existía ninguna oferta complementaria que favoreciera la competitividad de la primera industria valenciana.

Las tres capitales de nuestra comunidad habían estado al margen de cualquier proceso inversor y, por tanto, habían perdido pulso respecto a otras ciudades españolas. Por último, no existía ningún proyecto para reequilibrar los excedentes hídricos del norte y la carencia de agua ponía en riesgo el desarrollo económico de la Comunidad Valenciana.

Ahora, la realidad es otra. En los ochos años de gobierno del Partido Popular se ha invertido en la Comunidad Valenciana más dinero que en los diecisiete años anteriores de democracia en España y, además, se ha realizado abordando los grandes retos que teníamos. Del estrangulamiento por falta de inversión en 1995, hemos pasado a ser una comunidad envidiada por el resto de los españoles.

Ya son realidad muchísimos proyectos de infraestructuras de trenes y carreteras, de grandes obras como el Circuito de Cheste, Terra Mítica, la Ciudad de la Luz, la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, el Proyecto cultural de Castellón, importantes inversiones en Universidades y Centros escolares, las redes interiores en nuestra comunidad.... Y otras, están en proyecto y ya tienen dotación presupuestaria importante en el 2004, como el AVE y el Plan Hidrológico Nacional.

La combinación de una política económica pensada en las pymes y el tejido productivo, y la gran inversión realizada en la Comunidad Valenciana han sentado las bases para dar un nuevo salto en nuestro crecimiento, y situar a la Comunidad Valenciana definitivamente en la primera división europea con pleno empleo y un nivel de bienestar semejante al de las regiones más prósperas de Europa.

Los presupuestos del 2004 con su Plan de Inversiones, la rebaja del IRPF, las supresión del AIE, las mejoras para los autónomos y las reformas estructurales avanzan en esa dirección. La Copa América ayudará, además, a dinamizar extraordinariamente la Comunidad Valenciana.

Vicente Martínez-Pujalte López es portavoz de Economía del Grupo Parlamentario Popular