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El PNV inicia hoy la decisiva segunda vuelta para sustituir a Arzalluz

Una encuesta revela que el 50% de los vascos votaría a favor del 'plan Ibarretxe'

El PNV inicia hoy la segunda y decisiva vuelta de su proceso electoral para designar a su presidente, con dos únicos candidatos en liza, después de que Xabier Arzalluz haya hecho oficial por fin su retirada. Josu Jon Imaz, portavoz del Gobierno vasco, y Joseba Egibar, este último con el apoyo del aún líder, compiten desde hoy hasta final de mes por el favor de las asambleas locales. Ambos candidatos están ya en una campaña electoral interna abierta y determinante.

Los dos protagonistas principales mantienen las formas, pero el enfrentamiento para sustituir a Xabier Arzalluz es ya abierto. Incluso inmisericorde, si se habla de las respectivas fontanerías de apoyo, que dejan caer descalificaciones de tono grueso, incluidas alusiones a cuestiones personales y hasta familiares de los contrarios.

Ambos equipos han descartado intentar una solución de compromiso y agotarán sus esfuerzos por ganar. Ayer mismo, Joseba Egibar rechazó en una entrevista en el diario Deia la propuesta de Imaz de sumarse a su equipo, pese a reconocer al mismo tiempo que "Josu Jon y yo compartimos muchas cosas". El portavoz peneuvista sostuvo que en su partido existe una "lucha de poder" para suceder a Arzalluz y destacó que esta pugna puede convertirse en un "concurso de telemarketing" si en el debate no priman los "principios ideológicos".

La ejecutiva del PNV aborda en su reunión de hoy un nuevo factor de división, y ello pese a que se trata de la propuesta de la comisión de garantías para celebrar todas las asambleas el mismo día 18, en lugar de elegir cualquier fecha entre el 1 y el 31 de diciembre, como está previsto.

La realización de todas las asambleas un mismo día privaría a Imaz del efecto de arrastre de su celebración escalonada, y la exhibición de su fuerza en Vizcaya, donde el PNV tiene el 80% de su 32.000 afiliados.

El resultado de la primera vuelta ha dado una victoria inapelable a Imaz en esa potente organización, pero Egibar se ha hecho fuerte en las tres menores, que pese a reunir sólo al 20% de la afiliación, suman más peso en la asamblea nacional, donde reside la última palabra. Este órgano está compuesto de 71 compromisarios: 24 representan a Vizcaya, 14 a Guipúzcoa, 13 a Álava, 12 a Navarra, 4 al País Vasco francés y otros cuatro a las organizaciones extraterritoriales. Ahora, Imaz tiene sólo los 24 de Vizcaya y los 4 del País Vasco francés, mientras Egibar cuenta con los 39 de Álava, Guipúzcoa y Navarra.

Imaz tiene que dar la vuelta al resultado de uno de estos territorios para lograr la victoria y sus partidarios se aprestan a dar la batalla en todos, pero fundamentalmente en Navarra, donde la mitad de las asambleas no se pronunciaron, y en Álava, donde un tercio de las organizaciones votaron a Arzalluz.

El viejo presidente está en la campaña activamente haciendo explícito su favor hacia Egibar y cuestionando la validez de Imaz para la labor interna, mientras lo ensalza como futuro sustituto de Juan José Ibarretxe, en algo que disgusta profundamente tanto a Imaz como al propio lehendakari. En contraste, Ibarretxe se mantiene al margen del proceso, "y así seguirá" aseguran sus próximos, hasta el desenlace. Pero el mero hecho de que Imaz esté en la carrera es significativo, ya que Ibarretxe pudo haberle disuadido, por el procedimiento de retenerlo para el Gobierno.

El PNV inauguró ayer en Bilbao una estatua de su fundador, Sabino Arana. Durante el acto, Arzalluz comparó la época del fundador - "sufrió el primer estado de excepción", afirmó-, con los ataques al plan Ibarretxe. Arzalluz, no obstante, advirtió: "aunque quieren echarnos encima el invierno, otra vez saldrán los brotes vascos de lo que somos (...) Seguiremos siendo vascos y dueños de nosotros mismos".

Por otra parte, según una encuesta publicada ayer por los diarios del Grupo Vocento, el plan Ibarretxe tendría el sí del 50% del electorado vasco, frente al 49,7% que votaría en contra. La encuesta revela una partición en mitades de la sociedad vasca, que sólo coinciden en dos respuestas: en que el proyecto de Ibarretxe es un paso hacia la independencia y en que una solución requiere acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas.

Arzalluz, ante la estatua de Sabino Arana inaugurada ayer en Bilbao.
Arzalluz, ante la estatua de Sabino Arana inaugurada ayer en Bilbao.SANTOS CIRILO

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