Un juez declara habitable una vivienda sin licencia de primera ocupación
Los vecinos del inmueble de Vitoria se mantienen a la espera de que la promotora les indemnice por las deficiencias
¿Se puede vivir fuera de la ley con el visto bueno de un juez? Esa es la pregunta que se hacen un grupo de vecinos de un inmueble de Vitoria, en la calle Reyes de Navarra, promocionado como de lujo, a los que el constructor les entregó su vivienda y garaje sin licencia de primera ocupación y de apertura, sin algunas medidas de seguridad contraincendios, sin posibilidad de usar el moderno garaje con montacargas, y en algunos pisos con dificultad para colgar la colada porque la ventana esta a 1,60 metros. Las licencias municipales han tardado un año en llegar.
Los vecinos todavía no han llegado a un acuerdo con la promotora del inmueble vitoriano, Urco & Urbasa. Uno de los propietarios que se sintió engañado, ya que en el acto de entrega del piso nadie le advirtió de todos estos problemas, demandó en enero a la promotora, con la intención de resolver el contrato. Es decir, pidió judicialmente que le devolvieran el dinero y él devolvía el piso. El titular del juzgado de primera instancia número 7 de Vitoria, resolvió en julio en contra de este vecino y consideró que todos esos problemas no eran suficientes para resolver el contrato. Además justificó en su sentencia que se puede vivir en el inmueble en esas condiciones, y por si había dudas le condenó a las costas judiciales.
Los propietarios no han podido usar el garaje durante un año y ahora lo hacen con dificultades
Toda la legislación urbanística en vigor exige la solicitud y concesión de esta licencia antes de entrar a vivir, y la define como el documento oficial que acredita que el edificio puede destinarse para vivir, al reunir las condiciones idóneas de seguridad, salubridad y habitabilidad. La licencia de primera ocupación y la de apertura para el garaje fueron concedidas por el Ayuntamiento un año después de ser entregadas las llaves a los compradores que pagaron entre 252.000 y 420.000 euros. Periodo durante el cual no pudieron utilizar sus plazas, ni vivir legalmente.
La sentencia, muy criticada en medios judiciales, recurrida ante la Audiencia Provincial de Vitoria, considera que todas esas deficiencias no son suficientes para resolver un contrato, y obvia todo lo referente a las plazas de garaje. En un escrito presentado por la promotora en febrero ante el juzgado de primera instancia numero 7, su abogado cita que ya existe un acuerdo amistoso con el representante de los vecinos "plenamente satisfactorio para sus derechos e intereses". Ayer todavía ese acuerdo no había llegado a los vecinos que reivindican una indemnización.
Pero es que además de no haber podido utilizar los garajes durante un año, en la actualidad siguen teniendo problemas. Tal y como describe un informe municipal de julio y otro de noviembre de 2002, que justifican la no concesión de los permisos en aquellas fechas, las operaciones de embarco y desembarco en el montacargas con un Renault Clio, -3,80 metros- eran extremadamente complicadas "exige la ejecución de un número de maniobras tal que supera lo razonable además de exigir una precisión casi milimétrica". La mayoría de los vecinos tienen un coche más grande que el pequeño Clio. El acta de 25 de setiembre de 2003 de la comunidad de propietarios, recoge las amargas quejas de varios vecinos, y cita textualmente que "no se puede aparcar, ni aun maniobrando".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.