Mario Mendoza rastrea las tinieblas urbanas en 'El viaje del Loco Tafur'
Se edita el segundo libro de la trilogía creada por el escritor colombiano
A desenmascarar uno de los miedos agazapados del ser humano se ha dedicado Mario Mendoza en sus tres novelas. A buscar las semillas de la locura. A sus raptos; a la frontera neblinosa entre el bien y el mal de la que puede surgir la multiplicidad del yo. Así lo confirma el escritor colombiano en su segunda novela editada en España, El viaje del Loco Tafur (Seix Barral), tras obtener en 2002 el Premio Biblioteca Breve con Satanás. Dos títulos que corresponden al segundo y tercer libro de una trilogía con la cual busca "dejar testimonio lúcido de este tiempo".
Es un duelo de Mendoza con las Moiras. Eso parece. El escritor bogotano (1964) busca destejer los hilos que las tres hermanas de la mitología griega utilizan para crear el destino del ser humano. Quiere descubrir por qué y cómo se suceden los acontecimientos de ciertas vidas. Las violentas. Le interesa la línea en la que se juntan el bien y el mal, la sensatez y la locura. "Porque con la caída del proyecto moderno hemos entrado en una zona de sombra, la vida en las megalópolis contemporáneas es pura demencia camuflada", sentencia el escritor.
Mendoza explora en esas sombras y busca mostrar lo que allí aguarda. Ver más allá de esa fealdad que rodea la existencia y convive con ella. Le interesa también "la belleza que está escondida en ese extravío porque delata una realidad que muchas veces no queremos reconocer. Es una belleza que va a contrapelo, que descubre bajezas, nuestros vicios, nuestro lado más inmundo".
Aunque su obra empezó a editarse en España por el final, queda claro que el escritor colombiano indaga en la multiplicidad del yo. No cree en la identidad, "sino en la multiplicidad. El yo es en realidad un nosotros, un pronombre plural". El protagonista de su libro encarna la locura: "Un personaje en permanente viaje al corazón de las tinieblas urbanas de nuestra época".
Y Mendoza lo ha situado en una cárcel desde la cual Tafur desanda su vida y busca con los lectores el posible origen de aquello que lo condujo a la celda. Son historias de un mundo literario con seres que sufren y hacen sufrir, y que esperan salir un día de la pesadilla en la que se han precipitado, y cuyos lindes, dice él, se entroncan con los creados por autores rumanos como Petre Bellú, Virgil Gheorghiu y Vintila Horia.
Babelia
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