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Educación presenta un plan para combatir el absentismo aunque ignora a cuántos alumnos afecta

La consejera de Educación de la Junta, Cándida Martínez, presentó ayer el Plan Integral para la Prevención, Seguimiento y Control del Absentismo Escolar aprobado por el Consejo del Gobierno el martes pasado. La Junta destina para este plan 27,8 millones de euros, de los cuales 23,4 irán a parar al ámbito escolar y el resto al social, familiar, al campo de la formación y la integración laboral.

En la presentación del plan, la consejera señaló que el absentismo escolar ocupa unos porcentajes mínimos en Andalucía. "No podemos facilitar ningún porcentaje pues no hay estadísticas globales. Somos conscientes de que existe el problema aunque también es cierto que el porcentaje en Andalucía es insignificante". Tampoco indicó en qué zonas o ciudades de Andalucía había más absentismo y señaló que los problemas se concentraban en zonas urbanas y rurales.

"Sabemos que hay un problema de absentismo escolar en la geografía andaluza en determinados colectivos o individuos y este es un plan integral para intentar solucionarlo" señaló. El plan está dirigido por la Consejería Educación que se ha coordinado con las consejerías de Asuntos Sociales, Empleo y Desarrollo Tecnológico antes de ponerlo en marcha. Se aplicará en el presente curso escolar y no está dirigido a ningún colectivo especial. "Hemos constatado que los colectivos de inmigrantes asisten regularmente a clase aunque este plan nos permitirá tener más datos sobre quiénes faltan a clase y las causas. El plan está dirigido a niñas y niños de entre 6 y 16 años. En el caso de las niñas hay que tener especial atención a partir de los 12 años que es cuando pueden empezar a faltar a clase por el cuidado de sus hermanos o por el grupo de amigos".

Control de asistencia

Para prevenir el absentismo escolar, el Plan determina una serie de medidas. Los centros educativos deberán llevar un control de asistencia de los escolares para ver si faltan a clase de forma habitual, harán un seguimiento individualizado en el caso que la ausencia se repita y habrá un control del alumnado de las familias temporeras para evitar el absentismo de los menores. También para prevenir la ausencia de los alumnos a las clases, el plan prevé la coordinación entre las administraciones para conocer el problema y la implicación de las familias.

En el ámbito social el plan pretende que las familias no se queden al margen por lo que contarán con la ayuda de trabajadores sociales. El menor también tendrá un seguimiento psicosocial por parte de especialistas. El plan facilitará también la oferta de formación profesional en zonas de alto absentismo y el tránsito de los alumnos a la formación ocupacional. Otra partida estará destinada a las técnicas de búsqueda de empleo, a programas de iniciación profesional y a la creación de talleres.

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