Una exposición recrea la realidad de las cárceles del franquismo

En la entrada, un busto de Franco con el brazo en alto y un vídeo con imágenes de "la victoria" del Ejército nacional tras la Guerra Civil. Es el preámbulo de la exposición Les presons de Franco, que se inauguró anoche en el Museo de Historia de Cataluña (MHC). Se trata de la primera exhibición consagrada a la realidad del mundo penitenciario entre 1939 y la aprobación de la ley de amnistía, en 1977.

El director del MHC, Jaume Sobrequés, consideró "significativo" aunque "irrelevante" desde el punto de vista del contenido que Instituciones Penitenciarias haya denegado el préstamo de algunos elementos pedidos por los comisarios de la exhibición, Ricard Vinyes y Manel Risques.

El montaje de Les presons de Franco, que se puede visitar hasta el 12 de abril, muestra la realidad de las cárceles franquistas a través de apartados temáticos: los caminos por los que los presos llegaban, el papel de las órdenes religiosas, la tortura, el trabajo de los presos, la rutina, y el papel de las familias y del entorno político de los presos.

Diseñada por Julia Schulz-Dornburg, la exposición ha evitado el "sensacionalismo", señaló ayer Sobrequés. Vinyes afirmó que su objetivo ha sido "transmitir ideas, sensaciones y sentimientos" al visitante. "Puede ser una exposición dolorosa", añadió. El montaje es conceptual, aunque incluye fuentes documentales y objetos, como una puerta de la cárcel de Carabanchel, cedida por Instituciones Penitenciarias, y un garrote vil, llegado de Andorra. El Ministerio del Interior no cedió, sin embargo, algunos documentos, como los expedientes de Miguel Hernández y Julián Grimau, y algunos libros de las prisiones de Segovia, lo que los comisarios consideran "indignante".