Zapatero se compromete a acabar con la televisión pública "de partido"
La creación de un Estatuto de la Profesión Periodística y la reforma de los medios audiovisuales de titularidad estatal son las principales propuestas de los socialistas en el ámbito de la información. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer a acabar con la televisión "de partido". Como primer paso, abogó por reformar el Estatuto de RTVE para que el director general sea nombrado por el Parlamento. Se mostró partidario, asimismo, de celebrar debates políticos "obligatorios" ante las cámaras.
"Queremos una televisión pública. Ni del PP ni del PSOE, una televisión de todos los españoles" dijo Rodríguez Zapatero durante la clausura de la jornada parlamentaria titulada Derecho a la información. Derecho de los informadores celebrada en el Congreso de los Diputados. La nueva televisión estaría presidida por la veracidad, la profesionalidad y el buen gusto. "Ni un euro más de los contribuyentes para la manipulación y la programación basura", agregó.
El secretario general del PSOE adelantó los ejes de su política en materia informativa, que pasan por la modificación del Estatuto de RTVE, aprobado en 1980, para que el director general, nombrado actualmente por el Gobierno, sea elegido por una mayoría parlamentaria cualificada y con mandatos no renovables.
Estas medidas contribuirían a garantizar su independencia. "Basta ya de servilismos en los medios de comunicación del Estado", proclamó Zapatero al recordar que la televisión estatal es "menos libre que nunca", ha alcanzado un endeudamiento gigantesco (en 2004 superará los 6.800 millones de euros de deuda acumulada) y por primera vez en su historia ha sido condenada por manipulación informativa en la Audiencia Nacional. Rodríguez Zapatero se mostró partidario de trasladar posteriormente este modelo a los medios públicos de otras administraciones.
Tras denunciar la falta de neutralidad abogó por la puesta en marcha de mecanismos que garanticen una información plural, equilibrada y directa en los medios públicos. Para ello se mostró partidario de obligar a las cadenas de televisión a emitir debates políticos, especialmente en campañas electorales. "Mi compromiso es que el Gobierno del cambio no usará jamás lo que es el patrimonio de todos para dividir a los españoles".
Zapatero reclamó "un periodismo sin mordaza", y denunció la "creciente potencia de manipulación del poder político". Aseguró que, después de ocho años de gobierno popular, en España se viven los momentos de menor pluralidad, libertad e independencia informativa de la democracia, y arremetió contra "la estrategia de control de los medios de comunicación" por parte del PP. Además de una política "intervencionista", el líder socialista subrayó que el PP le tiene miedo a la prensa y al periodismo libre y por eso durante sus años de Gobierno "ha puesto en marcha con efectividad la mayor operación de control y manipulación informativa de los últimos 25 años, y lo ha hecho con dinero propio o ajeno, con amenazas y con el miedo como instrumentos".
Rodríguez Zapatero preconizó unos medios con más calidad y más libertad, donde las condiciones laborales y profesionales estén reguladas. A tal fin, propuso la creación de un Consejo de Información de ámbito estatal, la elaboración de un código ético y de incompatibilidades y garantías sobre el secreto profesional.
El secretario general de los socialistas animó a los profesionales que participaron en esta jornada a abrir un debate sobre el papel de los medios de comunicación y de los informadores. En su reflexión sobre el llamado cuarto poder concluyó que "no corren buenos tiempos" para la libertad de información.
