"Vuelve la visión de que el hombre es un cuerpo que hay que cuidar"

Carlos García Gual (Palma de Mallorca, 1943), catedrático de Filología Griega de la Universidad Complutense, abrió ayer las X Jornadas sobre la Antigüedad en el centro Koldo Mitxelena de San Sebastián (19.30). Bajo la coordinación del escritor Javier Mina, los encuentros, que concluirán mañana, se adentran este año en El cuerpo (y sus cuidados) en la Antigua Grecia.

Pregunta. Cuerpo y alma. De Homero a Platón fue el título de su charla. ¿Cómo evolucionaron ambas ideas?

Respuesta. Homero, es decir, la épica, todavía no tiene una concepción clara ni del cuerpo ni del alma. Para él, el cuerpo está formado por una serie de funciones: piensa, corre, actúa... Y el alma es algo que se desprende con la muerte, una especie de fantasma. Luego, con los médicos hipocráticos, ya hay una concepción clara del cuerpo como algo que hay que restaurar en su naturaleza saludable. A la par, con Sócrates y Platón surge la idea del cuidado del alma. El alma como lo fundamental del individuo. Ya se ve como espíritu y más duradera que el cuerpo.

P. ¿Cuál es la concepción que prima en la actualidad?

R. El cristianismo que sigue a Platón dará una gran importancia al alma sobre el cuerpo. Y, sin embargo, yo diría que ahora estamos volviendo a la visión antigua de que el hombre y la mujer son fundamentalmente un cuerpo que hay que cuidar y que el alma es una parte de ese cuerpo. Aunque los griegos insistieron mucho más en el cuerpo masculino que en el femenino.

P. ¿Y qué pasa ahora con el alma?

R. Platón habla de cuidar el alma inmortal en relación con la moral y la ética. Pero en Grecia aparecen también los primeros intentos de psicoanálisis y hay también un cuidado del alma en el sentido de buscar una vida feliz y evitar penas con el que coincidimos.

P. ¿Por qué esas diferencias entre el hombre y la mujer que cita?

R. El mundo griego, a pesar de toda su belleza, era un mundo masculino e incluso podríamos decir que machista.Mientras el cuerpo ideal de un hombre siempre es desnudo y embellecido por la cultura, el femenino es tapado.

P. ¿Tiene esto que ver con los roles que tenían entonces cada uno?

R. Sí. La vida del hombre era pública, se desarrollaba en la calle. El hombre tenía la palabra en la Asamblea, iba a la guerra... El papel de la mujer era doméstico. Estaba encerrada en casa, cuidaba de los niños, estaba sometida primero al padre y luego al marido. Y eso, simbólicamente, se refleja en las representaciones del cuerpo.

P. ¿Hemos avanzado lo suficiente?

R. Hemos avanzado mucho, aunque sobre ese transfondo. Se tiende a la igualdad, pero el avance ha sido muy lento casi hasta el siglo XX.