Arzalluz prefiere a Egibar por sus contactos con el "mundo de ETA"

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, explicó ayer el apoyo público que ha dado al portavoz del partido, Joseba Egibar, para que sea su sucesor por sus contactos "con toda la izquierda abertzale, incluso con ETA".

En una entrevista publicada en el diario Deia, próximo al PNV, Arzalluz justifica así su preferencia por Egibar frente al otro candidato a sucederle, el consejero de Industria y portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz: "Egibar ha estado siempre en el partido y ha estado en todos estos años duros en los que el EBB [la ejecutiva nacional peneuvista] le encomendó la misión de establecer una relación con toda la izquierda abertzale, incluso con ETA. Es el que más experiencia tiene con ese mundo".

Más adelante, el presidente peneuvista, quien dice compartir con Egibar "la misma línea de pensamiento político", insiste en la misma tesis: "La única solución para terminar con ETA es el diálogo y la negociación política y, para eso debe haber en el PNV gente que conozca bien ese mundo y que, a su vez, ese mundo tenga cierta confianza en ellos".

Arzalluz, que aprovecha la entrevista para solemnizar su retirada -"me marcho porque me llegó mi hora", dice-, insiste en que Imaz sería, en cambio, "un buen candidato para, en su día, suceder a Ibarretxe" como lehendakari.

Es la segunda vez en 24 horas que Arzalluz expresa con claridad su preferencia por Egibar. El pasado sábado, declaró a los periodistas tras un acto en Iruña de Oca que su voto en el proceso electoral será para Egibar.

Imaz eludió ayer, en declaraciones a la SER, entrar en la polémica y se limitó a decir que lo que está en cuestión ahora no es una elección de cargos en el Gobierno vasco sino la elección del líder del PNV, "que es lo que toca".

Arzalluz intervino ayer en otro acto de su partido en Galdakao (Vizcaya), en el que acusó al PP de querer "acabar con el Estatuto" de Gernika para afianzar su concepto de España y terminar con la historia vasca y el euskera. Además, emplazó al presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco, quien recientemente criticó el plan Ibarretxe, a condenar el golpe franquista.