El barrio de la luz de gas

Es el barrio del pescado y del mar en Barcelona. Pero la Barceloneta es mucho más que eso. Ha tenido fábrica de gas, siderúrgicas y tiene una fábrica de hielo. Hace 156 años allí se inauguró la primera planta de gas del país, Catalana de Gas. De ella salió la primera luz de gas que iluminó la ciudad de Barcelona a finales del siglo XIX, como ha puesto de manifiesto el especialista en diseño, Quim Larrea, en un libro compartido con varios autores sobre los 250 años del barrio.

En el muelle del Rellotge, el barrio conserva una espléndida fábrica de hielo, el elemento blanco que deslumbró al joven Aureliano Buendía, en la novela 100 años de soledad, de Gabriel García Márquez. La fábrica de hielo es propiedad de los pescadores y da un hielo de "excelente calidad para los barcos", asegura el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Pedro Jorquera, también pescador.

Pero en el barrio hay personajes de carne y hueso. Uno de ellos es Alfons Cánovas, que lleva 83 de sus 86 años viviendo allí y se proclama como uno de los vecinos más antiguos. Cánovas ha visto todos los cambios de la Barceloneta desde la década de 1920. Jugó en la zona de barracas de Somorrostro, que se extendía más allá del Hospital del Mar, con algunos hermanos de la bailarina Carmen Amaya. Y recuerda "perfectamente" la plaza de toros el Torín, construida en 1834, y derruida en 1954, que ocupaba la zona donde hoy arranca el paseo de Joan de Borbó, cerca a la estación de Francia. Cánovas, joyero artesano de profesión, fue concejal y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona entre 1971 y 1979. Este último año dejó el cargo junto al alcalde José María Socias Humbert tras las primeras elecciones municipales de la entonces recién estrenada democracia. "La falta de vivienda es el mayor problema de la Barceloneta". "Los jóvenes se van por este motivo", asegura Cánovas, que echa de menos "la claridad inmensa que había en las calles cuando yo era joven. El sol se colaba entonces por las calles porque la mayoría de las casas tenían sólo planta baja y dos pisos".

La modernidad se asoma de nuevo al barrio. Junto al Hospital del Mar se está levantando el parque biomédico. Y Gas Natural -la heredera de Catalana de Gas- ha decidido volver a su barrio de origen y construir su nueva sede corporativa junto a la Torre de Les Aigües, el único vestigio que queda de su antigua planta.