La inasistencia de Gallardón a un acto suscita una nueva fricción con Aguirre

Nuevo desencuentro entre Esperanza Aguirre, presidenta del Gobierno regional, y Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid. Si el viernes era el equipo de Gallardón el que afirmaba que la presidenta no dejó a su antecesor hablar en la toma de posesión, ayer fue la ausencia del alcalde en la constitución del nuevo Gobierno lo que desató la polémica. Según una nota de la oficina del alcalde, éste no había sido invitado. Además, fuentes de su equipo consideraron esto lógico, ya que Gallardón tampoco invitó ni en 1995 ni en 1999 a Joaquín Leguina a la toma de posesión de sus consejeros.

Aguirre presentó a sus 11 consejeros, presidió su toma de posesión y a continuación se dirigió a los periodistas para hablar de sus diferencias con Ruiz-Gallardón. La presidenta niega incluso que las haya y asegura mantener una relación "fraternal" con él. Pero es innegable que, en sólo unos días de cohabitación entre ambos, la polémica aumenta conforme pasan las horas.

La presidenta se deshizo en explicaciones, eso sí, con los micrófonos cerrados, sobre por qué Ruiz-Gallardón no habló en su toma de posesión el pasado viernes. Lo que vino a decir Aguirre es que efectivamente le pidió a su antecesor que no hablara porque eso iba a obligar protocolariamente a que algún ministro también tomara la palabra. Según la presidenta, el alcalde se molestó y entonces ella le invitó a que hiciera lo que quisiera. Al final, según Aguirre, Ruiz-Gallardón decidió no pronunciar el discurso que ya tenía preparado.

La versión del alcalde es que Aguirre le telefoneó pidiéndole que no interviniera en su toma de posesión. Horas antes, la tensión ya era patente en la Asamblea de Madrid durante la intervención de la presidenta en el debate de investidura en la Asamblea.

Ayer, dos horas después de la toma de posesión del Gobierno regional, la tensión aumentó. La ausencia de Ruiz-Gallardón en el acto avivó la polémica. Y sin que se sepa quién la inició, a los pocos minutos ya estaba en todas las radios y en las páginas web de varios medios de comunicación.

Ante el estallido de la polémica, la oficina del alcalde difundió un comunicado en que el aclaraba que su ausencia no se debía a una descortesía, sino a que no había sido invitado. "El alcalde, además de no haber sido convocado, no lo esperaba", explicó un portavoz. " Ruiz-Gallardón tampoco invitó a su antecesor Joaquín Leguina a la toma de posesión de sus consejeros. Pero si alguien del equipo de Aguirre le hubiera invitado, el alcalde habría ido. El alcalde quiere reiterar al nuevo Gobierno que en el Ayuntamiento no habrá lugar para el desencuentro con la Comunidad", agregó el portavoz. Éste recordó que el entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano, estuvo en la toma de posesión de Ruiz-Gallardón, el 8 de julio de 1999, pero no así en la de sus consejeros (al día siguiente).

Aguirre explicó ayer tarde a EL PAÍS: "He llamado a Ruiz-Gallardón cuando he visto el comunicado que ha difundido desde el Ayuntamiento. No le he invitado [a la toma de posesión de los consejeros] porque no ha habido ningún tipo de invitación. Se trataba de un acto íntimo de los consejeros y sus familias. Si han estado dos ministros [Ángel Acebes y Ana Pastor] ha sido por su relación con algunos de los consejeros.". Y añadió: "Si alguno de mis consejeros hubiera invitado al alcalde, habría sido bienvenido". La presidenta insiste: "Alguien quiere enfrentarme con Alberto". "Le he preguntado qué puedo hacer para acabar con esto. El alcalde siempre será bienvenido en la Comunidad", añadió.

Quienes asistieron ayer al traspaso de poderes fueron los miembros del ex Gobierno en funciones, con los vicepresidentes Carlos Mayor Oreja y Luis Blázquez a la cabeza. El gran ausente fue el diputado y ex consejero Luis Eduardo Cortés, al que Aguirre ha dejado fuera de su Ejecutivo a última hora esgrimiendo que "segundas partes nunca fueron buenas" [en referencia a que Cortés ya fue consejero con Gallardón].

Mediación de Rajoy

Hasta el secretario general del PP, Mariano Rajoy, intervino ayer en la polémica suscitada entre Aguirre y Ruiz-Gallardón. Que las frías y distantes relaciones entre el anterior alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y el anterior presidente, Ruiz-Gallardón, ambos del PP, puedan ser puestas como ejemplo a seguir es la mejor muestra de cómo se prevé, desde la cúpula del PP, cómo va a ser la cohabitación entre la presidenta Aguirre y el alcalde Ruiz-Gallardón. Esa comparación la hizo ayer Rajoy en una de las tres respuestas que dio a los periodistas sobre las malas relaciones que alcalde y presidenta han exteriorizado el viernes y ayer.

Rajoy pidió a ambos - "a todos"- que hagan "el mayor esfuerzo del que sean capaces para que las cosas salgan lo mejor posible" entre el Ayuntamiento y la Comunidad. Y enfatizó que eso ya lo hicieron, "en su día, el anterior alcalde y el anterior presidente de la Comunidad de Madrid".

Rajoy intentó minimizar el encontronazo entre Aguirre y Gallardón al considerar que se debió sólo a "cuestiones de protocolo". "Yo, a los problemas de protocolo hace mucho tiempo que les dedico muy poco tiempo", zanjó Rajoy. Lo relevante, en su opinión, es que "el PP gobierna en ambas instituciones" y lo demás son sólo "anécdotas".

Entre esas "anécdotas", Rajoy destacó el hecho de que él mismo ocupara en la toma de posesión de Aguirre el asiento más relevante del público, mientras que Ruiz-Gallardón fue sentado en una esquina de esa primera fila. "Yo me siento donde me ponen", replicó Rajoy.

El secretario general del PP también quitó relevancia al hecho de que Gallardón no estuviera en la toma de posesión de los 11 nuevos consejeros. "Lo importante es que el PP va a gobernar en ambas instituciones", dijo.