Código ético
El Grupo Popular en las Cortes Valencianas no quiere ley integral contra la violencia de género, aunque se la reclame incluso el Centro Reina Sofía. A cambio, acaba de sacarse de la manga una fórmula mágica llamada código ético sobre el que las gentes que se dedican a la cosa pública deben juramentarse para "no instrumentalizar políticamente la violencia que se ejerce contra las mujeres".
(Para empezar, estaría bien que quien redacta estas propuestas de resolución disimulara éticamente su soterrada animadversión contra la política, porque lo conveniente no es condenar el uso político, sino el partidista o sectario)
No creo que las diputadas y diputados populares se estén refiriendo a la ética social, que es cosa bien distinta. Ni se les nota demasiada inquietud por los modos de relación entre ética y política. Lo que vienen a decir es que toda objeción a su política contra la violencia de género (o contra el terrorismo, o contra la delincuencia) evidencia una atroz deslealtad, bien distante de la angelical solidaridad que ellos mostraron siendo oposición.
Pasado mañana, en Les Corts, quizá se haga un minuto de silencio sobre el que planearán miles de cadáveres físicos y psíquicos, pasados, presentes y futuros. ¡Qué fácil es poner cara de circunstancias y proclamar principios! Pero el machismo seguirá matando, y para que algún día deje de hacerlo no basta con difundir las verdades, la razón y la justicia. Hay que legislar, urdir políticas de igualdad, destinar presupuestos, crear centros en cada pueblo y barrio, poner las bases para instruir y formar a las nuevas mujeres y, sobre todo, a los nuevos hombres. Dejar atrás la indecisión y la usura. Eso es política, en el más noble sentido. Y además, política feminista, (¿quién teme al calificativo?). Como lo es ceder un poco más y autocomplacerse un poco menos en aras al consenso que teóricamente se reclama. ¿Cómo es posible que mientras se pide unidad de acción la mayoría parlamentaria no acepte la menor crítica y pretenda que la izquierda "reconozca y apoye los esfuerzos que realizan el Gobierno de España y el Gobierno valenciano"?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- VI Legislatura Comunidad Valenciana
- Opinión
- Violencia doméstica
- Grupos parlamentarios
- Gobierno autonómico
- Comunidades autónomas
- Parlamentos autonómicos
- Generalitat Valenciana
- PP
- Violencia
- Comunidad Valenciana
- Política autonómica
- Administración autonómica
- Política social
- Parlamento
- España
- Partidos políticos
- Problemas sociales
- Sucesos
- Administración pública
- Legislación
- Política
- Justicia
- Sociedad