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La transferencia tecnológica universitaria alcanza los 517 millones

18 países acuerdan en Valencia construir un espacio científico europeo

La gestión de proyectos de europeos de I+D+i, en concreto los financiados por los programas marco de la UE, ha consolidado la Red de Oficinas de Resultados de Investigación (OTRI) de 24 universidades españolas como "uno de los agentes más dinámicos en la captación y transferencia tecnológica", alcanzando en 2002 los 517 millones de euros. La solidez de las OTRI ha servido para catapultar la recién constituida red europea Pro Ton, integrada por 18 países que ayer acordaron en Valencia avanzar hacia un espacio europeo de investigación, como motor de la competitividad.

El Balance 2002 de la Red de Oficinas de Resultados de Investigación presentado ayer durante la clausura de la primera conferencia anual de la red europea Pro Ton celebrada en la Politécnica de Valencia, es concluyente respecto "al demostrado crecimiento sostenido de las oficinas OTRI que se ha producido en los últimos años, fundamentalmente en 2002, cuando se contrataron más de 17.850 actuaciones, por un importe de 252 millones, fruto de proyectos de investigación contratados", lo que supone un incremento neto del 15%.

Los restantes 265 millones -del volumen global captado de 517 millones- correspondieron a ayudas competitivas directas por proyectos de investigación procedentes, sobre todo de los programas marco de la Comisión Europea. De hecho, esta institución, presente en esta asamblea a través de su director general de Empresas, David White, promueve el primer encuentro europeo entre empresas y la Red Pro Ton, que se celebrará el 5 y 6 de febrero en Bruselas, según confirmaron su presidente, el belga Gilles Capart, y su homólogo en la Politécnica Fernando Conesa, corresponsable del nuevo Observatorio Europeo que echará a andar en diciembre desde Valencia.

Comercializar patentes

Otro de los indicadores más "claros" respecto a los resultados de la investigación y su transferencia a los diferentes sectores tecnológicos y productivos del tejido industrial, son las patentes. Apartado éste en el que las 154 oficinas OTRI españolas también han superado las expectativas. El informe destaca que en 5 años el número de patentes solicitadas se ha triplicado, de 118 en 1997 a 314 en 2002. Esta tendencia a la comercialización de la tecnología a través de las patentes, muy consolidada en los países más desarrollados, "ya no es ajena a las universidades en España", aunque si bien es cierto que "la facturación en contratos de licencia y de propiedad industrial e intelectual, que alcanzó el millón de euros, es todavía modesta".

El avance en la producción científica y la transferencia tecnológica, no obstante, tropieza con un sinfín de barreras legales a la hora de avanzar en la construcción de un espacio europeo de investigación común, según Capart. "En 30 países europeos, tenemos 20 leyes diferentes, diferentes regulaciones sobre patentes o sobre propiedad intelectual, lo que hace más compleja la tarea" de avanzar hacia un espacio común. "No se trata simplemente de vender tecnología", puntualizó, "sino de vender la capacidad que tiene la universidad de crear investigación y para ello hay que convencer a la industria". El cambio de cultura que se propone la red europea pasa antes "por fijar unos indicadores estándar para medir la calidad investigadora".

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