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Fomento deberá invertir 9.219 millones en seis años para acabar el AVE valenciano en 2010

La Administración sólo ha destinado 140 millones a esta conexión, según Robótica

Cristina Vázquez
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Martín, director en funciones del Instituto de Robótica, completó ayer el documento donde repasa el estado de la línea de alta velocidad Madrid-Comunidad Valenciana y cuyo contenido le llevó a principios de la pasada semana a dimitir de su cargo ante el desmentido que el Gobierno valenciano emitió contra su informe. El documento hecho público entonces por el científico subrayaba que la intervención del Ministerio de Fomento en la línea valenciana no era más que una adaptación de la red actual, mediante una traviesa polivalente, al ancho europeo, y que la financiación del proyecto había quedado definitivamente fuera de las prioridades que la Comisión Europea había definido en el Quick Start, un programa europeo presentado hace unos días en Bruselas donde el Ejecutivo comunitario anunciaba en qué proyectos de infraestructuras pensaba invertir para que estuvieran acabados no más allá del año 2010. En ese ramillete de proyectos no estaba incluida la línea valenciana, mientras nuevos proyectos como el AVE Madrid-Lisboa adelantaban a la línea de alta velocidad que acordaron en el pacto de Murcia los presidentes de Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia y Comunidad Valenciana. Un proyecto que ha sido además un compromiso relevante en la pasada campaña electoral del actual presidente de la Generalitat, Francisco Camps.

El sur descarrila

La conclusión del informe de Robótica era demoledora para los políticos valencianos. La decisión de la CE, anunciada por su presidente Romano Prodi y la comisaria de Transportes Loyola de Palacio, "traza una hipotética línea que va desde Lisboa a Tarragona, por debajo de la cual no existe intervención europea alguna más allá de la interoperabilidad ferroviaria". Lo que el estudio quería aclarar es que el AVE valenciano se construirá sin el apoyo financiero de Bruselas, es decir con cargo, casi exclusivamente, a los presupuestos del Ministerio de Fomento, que soporta una decena de proyectos parecidos al valenciano. El consejero de Infraestructuras de la Generalitat, José Ramón García Antón, respondía, tras conocer el contenido del informe, que la línea valenciana era prioritaria para Bruselas y tenía la financiación garantizada.

Ayer, el director en funciones de este instituto dependiente de la Universitat de València puso en duda, de nuevo, los plazos y la financiación pues existe, a su juicio, margen de maniobra para que el Consell consiga de aquí al 15 de diciembre, fecha en la que el Consejo Europeo deberá ratificar el Quick Start, un mejor tratamiento para la línea valenciana.

Los números hablan por sí solos. El Informe Van Miert, elaborado por un grupo de expertos europeos el pasado junio y que ha servido de base para el diseño del Quick Start, marcaba el calendario y la financiación del proyecto. Según este documento, la línea "Madrid-Levante y Mediterráneo", recogida en el proyecto 19, estima en 1.347 los kilómetros sobre los que se va a intervenir -ya sea nueva línea o adaptación de la antigua-, con un coste total de 9.359 millones de euros (1,5 billones de las antiguas pesetas), de los que se han invertido hasta la fecha 140 en total y sólo 18 proceden de Europa, según el director en funciones del Instituto de Robótica.

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Martín cuestionó la dedicación de Bruselas no sólo por el eje valenciano sino por todas aquellas líneas españolas recogidas por el epígrafe 19 del Informe Van Miert, referido a la interoperabilidad del tren de alta velocidad en la Península Ibérica, que sufren la misma consideración que la línea valenciana.

Presupuesto millonario

Cinco tramos localizados en Extremadura, noroeste de España, Castellón-Tarragona, o Andalucía, con una longitud de actuación de 4.687 kilómetros y un presupuesto global de 23.000 millones de euros (más de seis billones de las antiguas pesetas) deberán estar acabados en 2010 si Fomento quiere cumplir con sus compromisos. Y lo que Martín pone en duda es que España pueda absorber este esfuerzo financiero en tan corto espacio de tiempo y sin una decidida ayuda financiera de Bruselas. Si el Quick Start es prioritario para Bruselas y tiene su horizonte temporal también en 2010, Martín se preguntaba ayer cómo Fomento será capaz de afrontar los costes citados anteriormente más los que generen las líneas de alta velocidad españolas que sí son prioritarias para Bruselas: Madrid-Barcelona (2005), Barcelona-Figueras-Perpiñán (2008), Madrid-Vitoria-Hendaya (2010); y los enlaces intermodales Coruña-Lisboa-Sines (2010), Lisboa-Valladolid (2004), Lisboa-Faro (2003) y el Lisboa-Madrid (2011).

"El Quick Start recoge compromisos en el periodo temporal de 2010-2011, por tanto el no compromiso con la línea valenciana significa que las conexiones con Valencia, desgraciadamente, están en un epígrafe genérico que acabará en el año 2020. Es absurdo en este contexto discutir quién tiene razón", concluyó Gregorio Martín en referencia al cruce de declaraciones que ha sostenido estos días con la Consejería de Infraestructuras de la Generalitat.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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