El teólogo Tamayo considera que "en España cogobiernan la Iglesia y el PP"
"España es hoy el país más secularizado de Europa y el que, a la vez, tiene la jerarquía eclesiástica católica más conservadora y neoconfesional", dijo ayer el teólogo Juan José Tamayo-Acosta, secretario general de la Asociación de Teólogos Juan XXIII y presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos. "En España cogobiernan la Iglesia y el PP. Estamos asistiendo a una nueva alianza entre el trono, entendido como Gobierno, y la Iglesia", añadió. También mostró su perplejidad por el hecho de que los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede, firmados en Roma el 3 de enero de 1979, se negociaran paralelamente a la elaboración de la Constitución y al margen del consenso entre partidos.
El ex ministro y catedrático de Derecho Canónico, Gustavo Suárez Pertierra, fue el encargado de presentar en conferencia de prensa el último libro de Tamayo, publicado por Ediciones B con el título Adiós a la cristiandad. La Iglesia católica española en la democracia. "Es una reflexión sobre el cambio social y de la Iglesia española en los últimos 25 años. Estamos ante un libro de Teología política pura, que habla de ese cambio sustancial que supuso la Constitución, de extraordinaria trascendencia en la sociedad, que hoy se ve limitado por un cambio involucionista de la Iglesia amparándose en los Acuerdos con el Estado", dijo.
Los derechos humanos
Esta historia sobre la Iglesia durante la transición de la dictadura a la democracia hace el libro número 36 del profesor Tamayo (Amusco, Palencia, 1946), director de la cátedra Ignacio Ellacuría de Teología y Ciencias de la Religión en la Universidad Carlos III de Madrid. Además de historia, con datos y documentos de gran valor para el conocimiento de ese periodo, el libro se detiene en analizar los nuevos movimientos, como Opus Dei y el Camino Neocatecumenal. De este último, conocido como los kikos y que agrupa a un millón de fieles, Tamayo cuenta, para subrayar su influencia en Roma, que la cofundadora con Kiko Argüello de ese movimiento, la religiosa Carmen Hernández, "tiene acceso al papa Juan Pablo II a cualquier hora del día o de la noche, incluso después de cenar, cuando en el Vaticano el silencio es sepulcral".
"Hemos pasado de una Iglesia que en los últimos años del franquismo fue una comunidad abierta, lugar de encuentro donde cabían todos sin preguntar por sus creencias o procedencia, donde las parroquias fueron el lugar de la resistencia, de una Iglesia como sacramento del pueblo, a una Iglesia de exclusión", explicó ayer Tamayo. "La Iglesia católica se ha convertido en una comunidad imposible, de tendencias claramente sectarias y excluyentes, donde se ha colgado y se practica el cartel de 'reservado el derecho de admisión'. Estamos en la etapa de la edad de hierro de la Iglesia católica porque en su seno se están transgrediendo derechos fundamentales como el de reunión y asociación, la libertad de expresión, la de imprenta y la de cátedra", añadió el teólogo.
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