Aguirre reniega de la política fiscal y de vivienda de su antecesor Gallardón
Esperanza Aguirre se convirtió ayer en la primera mujer que resulta elegida presidenta de una comunidad autónoma. Aguirre consiguió la confianza de la Asamblea de Madrid al votar a favor de su investidura los 57 diputados del PP, la mayoría absoluta de la Cámara. Los 54 parlamentarios de PSOE e IU votaron en contra.
Pero, bajo la alegría de la candidata y de sus 56 compañeros puestos en pie aplaudiéndola, subyacían dos días de debate de investidura en los que varias propuestas de Aguirre han colisionado con la política desarrollada por su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, tanto en su etapa actual al frente del Ayuntamiento madrileño como durante sus más de ocho años de presidente del Gobierno regional.
Suelo. "Reduciré a la mínima expresión la discrecionalidad de las administraciones para evitar los 'pelotazos' urbanísticos"
Elección. La nueva presidenta fue elegida con el respaldo de los 57 diputados del PP. La oposición (PSOE e IU) votó en contra
Impuestos. "Bajaré un 1% el tramo autonómico del IRPF. Pero estudiaré que los contribuyentes con rentas más bajas tengan más descuento"
Ruiz-Gallardón negó ayer que algunas de las afirmaciones realizadas por Aguirre supongan una crítica a su gestión. A continuación pidió a la ciudadanía "que espere, que mire con curiosidad y con paciencia y que, cuando haya pasado el tiempo y hayan transcurrido los meses y los años de esta legislatura, vean la realidad del funcionamiento institucional de Madrid y que sea entonces cuando juzguen, que no pronostiquen ahora cuáles son las relaciones entre una y otra administración". Pero es un secreto a voces que entre Gallardón y Aguirre hay una tensión soterrada que ni uno ni otro quieren explicitar, y que se esfuerzan por disimular.
Los presupuestos municipales de Ruiz-Gallardón para 2004 prevén recaudar un 26% más en impuestos que el anterior regidor, José María Álvarez del Manzano. Aguirre, por contra, anuncia una bajada de un punto en el tramo autonómico del IRPF y asegura que esta tendencia marcará el nuevo Ejecutivo. La presidenta electa promete también eliminar el impuesto de sucesiones entre padres e hijos y cónyuges.
La nueva jefa del Gobierno regional ha anunciado que va a enmendar otro de los inventos de Ruiz-Gallardón: el céntimo sanitario, un impuesto sobre los carburantes que el ex presidente comenzó a aplicar el 1 de agosto de 2001. Entonces, el impuesto era de un céntimo por cada litro de gasolina y gasóleo; en 2002 subió a 1,7 céntimos; y lo que estaba previsto por Ruiz-Gallardón es que el próximo enero se incrementara a 2,4 céntimos de euro.
Sin embargo, Aguirre ya ha anunciado -en entrevista concedida a este periódico, aunque ayer no hizo mención de ello- que congelará el impuesto sobre las gasolinas: lo mantendrá en 1,7 céntimos por litro, pero no aplicará el último tramo de subida (2,4 céntimos) planificado por su antecesor. Además, Aguirre quiere reformar una de las leyes estrella de Ruiz-Gallardón: la Ley del Suelo, aprobada en julio de 2001. Los planes de la nueva presidenta pasan por liberalizar todo el suelo de la región, restringir a los ayuntamientos su capacidad de planificación urbanística y eliminar de un plumazo el concepto de vivienda protegida.
En su segundo turno de réplica, el portavoz socialista, Rafael Simancas, opinó que Aguirre había enfocado todo su debate de investidura "con la intención clara de dejar en evidencia a Ruiz-Gallardón". Parlamentarios de PSOE e IU mantuvieron, en los pasillos del hemiciclo, esta tesis de la división entre presidenta y alcalde, y subrayaron que "sus políticas son diametralmente opuestas".
La televisión pública regional, Telemadrid, sirvió también a Aguirre para marcar distancias con su antecesor. Cuando la presidenta afirmó que quiere una televisión pública en la que prime "la calidad de la programación, el rigor en la información y la eficacia en la gestión" y en la que no quepa "la telebasura", muchos vieron una desautorización tácita a la gestión que durante los últimos ocho años ha tenido el ente público.
Otro de los puntos de fricción, de las críticas veladas que lanzó Aguirre hacia el alcalde de Madrid -quien tanto ayer como anteayer la escuchó sentado en su sillón de color rojo, en calidad de presidente en funciones- tiene que ver con el recuento de los votos que llevó a cabo la Consejería de Presidencia en las elecciones municipales y autonómicas del 25 de mayo y en los comicios del pasado 26-O.
"Yo creo que desde el primer momento la Comunidad tiene que informar a sus ciudadanos de la marcha del recuento con datos obtenidos de manera homogénea, y no según el orden de llegada de las mesas escrutadas", afirmó Aguirre, antes de comprometerse a estudiar un método para que los datos "que se ofrezcan desde las instancias oficiales de la Comunidad hayan sido obtenidos de manera aleatoria".
La reacción del alcalde
Ruiz-Gallardón dijo no haberse sorprendido por la reacción que suscitaron las palabras de Aguirre, puesto que la polémica le sigue, dijo, allá donde va. "Amo Madrid, y con una relación de esa naturaleza se puede hacer cualquier cosa menos ser un obstáculo para los madrileños", declaró a Telemadrid tras el debate. "Jamás seré un obstáculo para que la Comunidad presidida por Esperanza Aguirre sea la institución capaz de resolver las demandas de los ciudadanos", concluyó.
Sin embargo, el gesto del presidente en funciones durante las cuatro horas de debate parecía contradecir sus palabras. Aplaudió con desgana, permaneció largos minutos con la mirada fija en su mesa y, cuando llegó la hora de felicitar a la presidenta electa, que había renegado de la gestión de su antecesor en varias ocasiones, lo hizo con un rostro serio. Abandonó el hemiciclo mientras Aguirre seguía aún recibiendo los parabienes de sus colegas de grupo.
La primera presidenta
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, prometerá o jurará su cargo a las 12.00 de hoy en la sede del Gobierno regional, en la madrileña Puerta del Sol.
Aguirre se convierte así en la primera mujer presidenta de una comunidad que accede al cargo como cabeza de lista de su partido. La socialista María Antonia Martínez fue presidenta de Murcia entre 1994 y 1995, pero tras la renuncia de su antecesor, Carlos Collado Mena.
La expectación por este primer acto oficial de Aguirre es enorme: además de tomar posesión de su cargo, la presidenta electa revelará previsiblemente el secreto que mejor ha sabido guardar hasta el momento: la lista de nombres que conformarán su Gobierno y el organigrama del nuevo Ejecutivo.
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