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Dos años de escándalos financieros en Wall Street

Los escándalos financieros están a la orden del día y las páginas de esta saga parecen no tener fin. Habría que remontarse en el tiempo hasta 1920 para encontrar un episodio similar en EE UU. El fraude abarca ya a prácticamente todos los sectores financieros: compañías que cotizan en bolsa, bancos de inversión, pensiones, fondos de inversión y, ahora, el exclusivo mercado de cambio de divisas.

Y todo esto sucede mientras las autoridades reguladoras y los dirigentes políticos se siguen preguntando cómo puede estar pasando todo esto. Mientras, los inversores, los grandes perdedores en esta historia, les critican por no haber prestado más atención y por actuar con mucha lentitud ante los abusos.

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El suma y sigue en esta oleada de escándalos financieros que están haciendo temblar todavía hoy a uno de los pilares de la economía estadounidense y a Wall Street, comenzó hace dos años, coincidiendo con el colapso del gigante energético estadounidense Enron. El caso puso en evidencia las primeras deficiencias de un sistema sobre el que se asienta gran parte de la riqueza de la mayor economía del mundo. En Enron se destapó una serie de manipulaciones contables por parte de sus máximos gestores y de las auditoras.

Impacto

Su impacto en la Bolsa de Nueva York se hizo sentir y desde la otra orilla del Atlántico, en Europa, se seguía con preocupación la evolución de este caso. Era sólo el comienzo del seísmo. Después, siguió un fraude similar: el descalabro de la compañía WorldCom, entre otras. La cadena de manipulación y de conflictos de intereses se completó con una serie de análisis de mercado más que dudosos de las firmas más prestigiosas que operan en Wall Street. Mientras, millones de inversores se quedaban en la estacada y veían cómo sus acciones se derrumbaban en la bolsa.

Y cuando todo parecía que volvía a su cauce y la economía americana empezaba a salir de tres años de crisis, el fiscal general del Estado de Nueva York, Eliot Spitzer, se sacaba de la manga en septiembre el penúltimo escándalo de la saga: las irregularidades en la industria de los fondos de inversión.

Este sector estaba hasta ahora considerado impoluto por el público norteamericano. Sólo el año pasado manejó activos por un valor de siete billones de dólares, un volumen de dinero muy similar al producto interior bruto (PIB) de EE UU. Hay 88 fondos investigados y se calcula que en la mitad de ellos se cometieron irregularidades. Los economistas atribuyen los escándalos a la explosión de la burbuja financiera.

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