"Las mujeres que denuncian están dispuestas a morir para no seguir en esa cárcel"

Vanessa Casado Caballero, de 27 años, asesora legalmente a la Comisión para la Investigación de los Malos Tratos en Andalucía. Esta ONG, fundada en 1977 cuando no existía el debate sobre la violencia de género, presta apoyo jurídico y psicológico a maltratadas. Son mujeres que llegan a la sede tan anuladas que dudan incluso a la hora de distinguir el lado izquierdo del derecho, incapaces de tomar una decisión por banal que parezca.

Pregunta. ¿Es terrorismo la violencia de género?

Respuesta. Creo que sí. Es terrorismo doméstico.

P. ¿Es el exponente más brutal del machismo?

R. Es una expresión más del machismo. En unas jornadas un asistente propuso que el machismo se incorporase al hecho delictivo igual que lo están la xenofobia o el racismo. Los malos tratos tienen sus fuentes en estructuras patriarcales.

P. ¿Y por qué en otras sociedades machistas no hay tantos crímenes?

R. Porque las respuestas que se le están dando aquí desde las instituciones no son todo lo acertadas que deberían y porque no se ha experimentado el cambio social. Sigue habiendo falta reprobación de la sociedad hacia el maltratador. Y las administraciones dan respuestas parciales con dotación insuficiente. Hace propaganda.

P. ¿La orden de protección es propaganda?

R. No debería serlo aunque sea una respuesta insuficiente, pero si no la dotan de presupuesto puede ser la condena a muerte de muchas mujeres. La gente oye hablar de la orden y cree que ya está todo resuelto, pero un policía tiene un campo de acción de 200 mujeres.

P. ¿Y la solución sería poner un policía para cada mujer?

R. No, la solución es una ley integral. El problema no se resuelve con un policía ni una casa de acogida, tiene que haber una respuesta social más integrada. La ley integral toca muchísimos ámbitos, el laboral, el social, la vivienda. Muchas mujeres se empobrecen tras la denuncia.

P. ¿Hay un efecto dominó en la difusión en prensa de muertes por violencia de género?

R. No lo sé, pero sí influyen cuando se da una imagen de la realidad distorsionada. Hay más muertes porque las mujeres deciden denunciar. Las mujeres que mueren hoy saben que pueden morir haciendo lo que están haciendo, pero están dispuestas para no seguir en esa cárcel. Son nuestras heroínas de hoy.

P. ¿Defiende la reinserción de los maltratadores?

R. En violencia doméstica resulta incongruente, no hablamos de enfermos si no de personas que ejercen su dominio sobre otras débiles. La película de Icíar Bollaín [Te doy mis ojos] lo deja ver muy bien, él no se reinserta al final. Somos partidarias de dedicar más recursos a la prevención.