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Ofensiva de los obispos sobre la familia y la escuela por "la pérdida de la herencia cristiana"

La recaudación de la Iglesia por IRPF y limosnas desciende en dos años más de un 15%

La Iglesia católica española se siente abandonada, como una "minoría contracultural", en palabras de sus más relevantes prelados. El cardenal Antonio María Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal, reunida en Madrid, dijo ayer: "Vivimos insertos en una sociedad amenazada y afectada por un oscurecimiento de la esperanza, una sociedad que sufre la pérdida de la memoria y de la herencia cristiana". Los obispos españoles estudian esta semana medidas sobre la familia y la escuela católica que les permitan recuperar el terreno perdido.

El panorama dibujado por el cardenal Rouco como "conclusión" de su discurso ante la Conferencia Episcopal no deja lugar a dudas sobre el estado de ánimo de la Iglesia ante una sociedad que, según el prelado, además de sufrir pérdida de la memoria cristiana, "deja que arraigue en su alma un agnosticismo que da su mano a una cultura laicista, que desprecia la vida y pone en crisis instituciones tan sagradas como la familia, y que propicia irremisiblemente un inusitado incremento del nihilismo, del relativismo y del pragmatismo inmanentista".

La pesimista visión del cardenal coincide con la de otros muchos prelados, que con motivo de la celebración del Día de la Iglesia Diocesana el domingo pasado, han hecho el recuento de fieles y de bienes. El sombrío dato de que en los dos últimos años ha caído un 15% el número de españoles que destina expresamente a la Iglesia católica el porcentaje de sus impuestos fijado en la liquidación del impuesto de las personas físicas (IRPF) ha sido confirmado por otro igualmente descorazonador para los prelados. Se trata de la caída de otro 15%, e incluso más en algunas diócesis, de las limosnas (el famoso cepillo) que los fieles aportan voluntariamente a su parroquia cada domingo.

Sinceridad arzobispal

Las lamentaciones privadas de algunos prelados las acaba de hacer públicas, en una carta pastoral, el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, que es también vicepresidente de la Conferencia Episcopal. "Con la confianza y sinceridad que deben reinar entre nosotros", escribe el arzobispo a sus fieles, hay que alertar de que "el paso de la peseta al euro ha disminuido casi en un 20% los ingresos de las parroquias y de la Iglesia diocesana". Según datos del propio arzobispado, recogidos por Efe, la recaudación del pasado año en el Día de la Iglesia Diocesana fue de 295.920 euros, casi 20.000 euros menos que en 2001, y 45.000 euros menos que en el año 2.000. La diócesis argumenta que quien antes daba 100 pesetas ahora da 50 céntimos, y quien daba 1.000 pesetas ahora da 5 euros.

Pero, más que el dinero, al arzobispo Sebastián le preocupan las actitudes sociales, en coincidencia con el cardenal Rouco: "Vivimos en una sociedad sometida a la dictadura de la economía, en la que domina una concepción de la vida que ya no es la concepción cristiana. Una sociedad sometida a una ideología dominada por la idea de que nosotros somos los dueños absolutos y últimos de nuestra vida, que rechaza las referencias religiosas y se organiza como si fuéramos dueños absolutos de nuestra vida. Queremos ser directamente dioses de nosotros mismos", escribe el arzobispo navarro.

En un mundo así "los cristianos nos sentimos incómodos, incomprendidos, diferentes, a veces rechazados y tratados injustamente". Esta situación de "minoría contracultural", añade, requiere de los cristianos "un esfuerzo para conseguir la suficiente claridad interior y la coherencia y consistencia de la comunidad cristiana en cuanto tal. Cada vez hay menos lugar para los cristianos disidentes, perezosos, claudicantes", añade Sebastián.

¿Qué hacer ante este panorama? Lo estudian los prelados del catolicismo español a lo largo de esta semana. Pero ya se sabe que su empeño principal lo habrán de destinar a la familia y a la escuela católica. La "actualidad eclesial y social", dijo ayer Rouco, tiene "asuntos de indudable trascendencia para la vida de la Iglesia" en la familia y la defensa de la vida, la situación de la escuela católica y los temas relacionados con la liturgia y la caridad. Éste es "un momento en el que la institución familiar y la Iglesia se necesitan mutuamente de modo apremiante", añadió.

Sobre la situación de la escuela católica y los retos a los que debe dar respuesta, los obispos preparan un documento. "La escuela, como la familia, siempre ha sido, y seguirá siendo, una de las preocupaciones fundamentales de la Iglesia", dijo Rouco.

Los más de cien obispos presentes en la asamblea plenaria iniciada ayer concelebrarán hoy una solemne misa en la catedral de La Almudena, en Madrid, en "acción de gracias" por el 25º aniversario del papado de Juan Pablo II. Asistirán el Rey y el príncipe Felipe.

Los cardenales Amigo y Rouco se saludan ayer en Madrid; detrás, el arzobispo Fernando Sebastián.
Los cardenales Amigo y Rouco se saludan ayer en Madrid; detrás, el arzobispo Fernando Sebastián.EFE

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