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Reportaje:

Bioingeniería para proteger una playa

Medio Ambiente invertirá más de 500.000 euros en crear dunas para regenerar y proteger el arenal de Laida en Urdaibai

Se denominan "técnicas blandas de bioingeniería", pero en realidad sólo consiste en la plantación de especies vegetales que propician la formación y fijación de dunas, que a su vez evitan la pérdida de arena. El experimento lleva ya dos años implantado en la playa vizcaína de Laida, en el corazón de la reserva de la biosfera de Urdaibai.

El proyecto está diseñado para que prosiga durante los tres próximos años, hasta 2006, y así lograr la recuperación como ecosistema dunar de seis de las 18 hectáreas del arenal de Laida, el más extenso de Urdaibai.

"El objeto de esta iniciativa es recuperar para la costa vasca un hábitat que está en una situación crítica, favorecer en cierta medida la estabilidad de este arenal y, en último término, procurar su ordenación para los usos naturalísticos y recreativos", señala un portavoz del Patronato de Urdaibai, el órgano gestor de la reserva, que depende del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasca.

La playa de Laida quedó seriamente alterada a mediados de los años 50, a resultas de gran temporal que prácticamente anegó toda su superficie y modificó su estructura. La consecuencia ha sido que, a partir de entonces, todos los años cambiaba la forma y la superficie del arenal.

En 1999, el Departamento de Medio Ambiente inició una experiencia piloto en una pequeña porción de Laida. En un espacio cercado de apenas 250 metros cuadrados, en la parte más alta de la playa vizcaína, se llevó a cabo la plantación de varias especies vegetales, lo que propició la formación de una duna que se elevó metro y medio.

Este buen resultado de la experiencia inicial dio paso al comienzo, hace ahora justo dos años, del proyecto global de regeneración. Primero se plantaron tres hileras de plantas fijadoras adaptadas a suelos arenosos, que en poco tiempo originaron la formación de una duna de un metro de altura. Ahora estas protecciones naturales ocupan casi todo el centro de la playa, que se pretende sea una zona salvaje. "La vegetación funciona como un parapeto del viento y acumula a su lado material fino de arena, que es lo que crea la duna", señalan los responsables del Patronato.

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Hasta ahora se han invertido más de 215.000 euros, pero la inversión total, cuando acabe la experiencia en 2006, rondará los 513.000 euros. A este presupuesto principal se añadirán otras cantidades previstas para las tareas de investigación y seguimiento científico, un proyecto que es realizado por geólogos de la Universidad del País Vasco (UPV).

Este año, el Patronato de Urdaibai ha presentado el proyecto al Programa Life-Naturaleza de la Unión Europea, enmarcado como un plan de regeneración y ordenación de la playa de Laida.

El Departamento de Medio Ambiente ha destacado que la iniciativa, además de la recuperación de las dunas y la garantía de estabilidad de la playa que supondrá, demuestra la viabilidad del llamado desarrollo sostenible.

Sin embargo, para que el proyecto tenga el éxito que se pretende, se requiere también la colaboración ciudadana y el respeto por los usuarios de la playa de las áreas cubiertas por la vegetación. Por eso, para evitar tentaciones, las plantaciones están cerradas por estacas y por ahora la naturaleza se hace respetar.

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