El presidente Fox llama a consultas a su embajador en la ONU por desairar a EE UU
El embajador de México ante la ONU, Adolfo Aguilar Zínser, fue amonestado por el presidente, Vicente Fox, y llamado a consultas, después de haber manifestado que Estados Unidos no ve a México como socio, sino como su "patio trasero". Según el político en el cargo diplomático, Washington no busca la igualdad, sino la subordinación en la relación bilateral. "Descalifico totalmente esa declaración. (...) Somos países vecinos, amigos y socios", rectificó Fox. El secretario (ministro) de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, pidió a Aguilar que se presente hoy en México.
México y Estados Unidos comparten 3.200 kilómetros de frontera y unos complejos vínculos políticos, sociales y económicos. El nacionalismo no olvida que tropas gringas arrebataron casi la mitad del territorio de México entre 1836 y 1848. Los intercambios comerciales se acercan a los 200.000 millones de dólares, millones de turistas norteamericanos viajan a las playas de Cancún y Acapulco y millones de braceros mexicanos emigran hacia el norte. Durante la crisis con Irak, el embajador apercibido se opuso a la invasión sin contar con el aval de la ONU, y la Casa Blanca pidió a Fox, discretamente, su retirada del cargo.
Patio trasero
Aguilar Zínser, situado en el centro izquierda, dijo la pasada semana, en un foro de la Universidad Iberoamericana (UIA): "Seguiremos siendo patio trasero mientras haya alguien que piense en México que hay que tragar camote". El camote es una raíz rica en carbohidratos y vitamina A, y la expresión "tragar camote" significa callar por temor o vergüenza. El representante mexicano ante la ONU no calló ante un auditorio de estudiantes, académicos y periodistas: "Estados Unidos nunca ha visto a México como socio, como lo hace con sus socios europeos. A nosotros nos ven como patio trasero".
El embajador, ajeno al partido oficial, el conservador Acción Nacional, no pertenece a la carrera diplomática y destacó lo obvio: México interesa a EE UU en función de las coyunturas. "A Estados Unidos no le interesa una asociación de igualdad con México, sino una relación estrecha de conveniencia y subordinación". Para la senadora del opositor Partido Revolucionario Institucional Silvia Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de América del Norte, y otros legisladores fueron expresiones equivocadas "que en un diplomático se convierten en error político".
También salió al paso quien fuera canciller hasta el pasado enero, Jorge Castañeda, enemistado con Aguilar, a quien en su día quiso sustituir. "No creo que ningún presidente de México, ni Ernesto Zedillo, ni Vicente Fox, ni ningún otro, ni ningún secretario de Relaciones Exteriores jamás podría aceptar que México haya sido, sea o será algún día el patio trasero de nadie". Lo cierto es, sin embargo, que la sensibilidad norteamericana por los problemas del vecino de la orilla sur del río Bravo es poca.
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