Muere un matrimonio al ser sepultada su casa por un corrimiento de tierras

Un matrimonio septuagenario falleció ayer sepultado bajo cientos de toneladas de tierra y lodo en una aldea asturiana tras ser sorprendido por un desprendimiento de la montaña, a causa del temporal, que arrastró materialmente la vivienda de la familia y su establo, que se levantaban en una ladera. El suceso ocurrió a las tres de la madrugada en el núcleo rural de Buscabrero, en Salas, a 77 kilómetros de Oviedo, durante una noche de fortísima lluvia y vientos de 120 kilómetros por hora, que causaron inundaciones y caídas de árboles y fachadas en buena parte de Asturias.

El deslizamiento de parte de la ladera del monte El Aguión, en Salas, en el occidente de la comunidad, a causa de la tromba de agua que azotó el Principado durante la madrugada, arrastró y sepultó bajo cientos de toneladas de lodo, rocas y tierra una de las viviendas del pequeño núcleo rural de Buscabrero, que se escalona entre los 650 y 700 metros de altitud en la vertiente sur de la montaña. Sus ocupantes, el matrimonio formado por Joaquín Marcelino Cano, de 70 años, y Piedad Cano, de 68, se encontraban en el interior de la vivienda y estaban hablando por teléfono con una hija cuando se interrumpió abruptamente la comunicación. Otro hijo, alertado por su hermana, se desplazó a lugar y ya no halló la casa de sus padres: la vivienda y un establo, con doce vacas en su interior, habían desaparecido, arrastrados por un impresionante argayo (desprendimiento), que destruyó ambas edificaciones y las sepultó, ladera abajo.

Los equipos de rescate de Bomberos y del 112 Asturias, ayudados de perros de rastreo y una excavadora, localizaron el cadáver del hombre a las 15.21 y el de la mujer a las 17.10.

En el municipio de Valdés, otra casa quedó sepultada igualmente por el temporal, aunque estaba desocupada.

Todo el Principado permaneció ayer en situación de alerta, tras una noche de inundaciones, desbordamientos de los principales ríos, cortes en numerosas carreteras locales a causa de la caída de árboles y desprendimientos, desplome de fachadas y daños en ventanas y vidrieras en numerosas localidades de la región. Los puertos marítimos también quedaron colapsados. El servicio de coordinación de emergencias 112 Asturias recibió ayer más de 7.000 llamadas, 5.000 más que un día cualquiera del año.

La Dirección General de Protección Civil mantuvo ayer la alerta por el temporal en siete comunidades: Asturias, Navarra, La Rioja, Aragón, Baleares, Cataluña y Galicia, así como en Melilla.