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Absuelto un médico que falseó recetas para obtener opiáceos contra sus dolores

El Tribunal Supremo ha absuelto del delito de falsedad a un médico que había sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por usar el nombre de dos de sus pacientes para confeccionar recetas con las que obtener opiáceos. El tribunal señala que no se alteró la función de los documentos porque el uso de las sustancias recetadas era el "terapéuticamente indicado", ya que el facultativo sufría dolores que justificaban el uso de las drogas.

El recurrente, que fue condenado en abril de 2002 por la Audiencia Provincial de Almería, tiene diagnosticada obesidad mórbida y fascitis plantar bilateral, y ejercía de médico en el centro de salud de Laujar de Andarax (Almería), dependiente del Servicio Andaluz de Salud. La sentencia señala que el facultativo confeccionó tres recetas oficiales de estupefacientes haciendo figurar como destinatarios a terceras personas, de las que conocía su DNI, que hizo constar en los documentos de su puño y letra. En realidad, el médico era el consumidor de los opiáceos prescritos.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Enrique Bacigalupo, señala que la acción realizada por el médico no tiene las características del tipo delictivo de falsedad, puesto que no afectó a la autenticidad ni a la función probatoria de los documentos.

Las recetas, según el Supremo, lo que pretenden probar es que el uso de las drogas haya sido destinado a un paciente que realmente requiera el tratamiento que se prescribe por el médico, una circunstancia que aparece "plenamente probada" en el caso del facultativo almeriense. |

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