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Las ciudades de Corea del Norte sufren escasez de alimentos

En Corea del Norte más vale ser campesino que obrero en una fábrica. Las reformas económicas emprendidas por Kim Jong II en julio del año pasado han conducido a muchas industrias, que funcionan al ralentí, a la imposibilidad de pagar la totalidad de los salarios. Una caída de los ingresos de hasta el 50% en muchas familias y el fuerte incremento que han experimentado los precios de los alimentos "han causado un deterioro" severo de las condiciones de vida de muchos norcoreanos, que se ven obligados a invertir hasta el 80% de lo que ganan en comida, según explica Rick Corsino, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Corea del Norte. "Y esta comida ni siquiera es adecuada, no incluye carne, ni pescado; muy pocas proteínas, principalmente cereales y vegetales".

La situación está agravada por la penuria energética y la falta de materias primas que sufre Corea del Norte como consecuencia del enfrentamiento que mantiene con Estados Unidos por su programa nuclear. La crisis es particularmente grave en las zonas urbanas, según explica este estadounidense que desde hace tres años vive en Corea del Norte. Los habitantes de las ciudades no disponen de huertas, como los campesinos, para paliar las necesidades en un país que subsiste gracias a la ayuda internacional y donde el nivel de desnutrición "sigue siendo alarmante", como señala el informe que acaba de realizar el PMA en colaboración con la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO). "Hay una disparidad creciente en el acceso a la comida entre la población", asegura Corsino.

Cosecha insuficiente

Aunque la situación ha mejorado algo en los últimos tres años, el estudio señala que 6,5 millones de personas, de una población total de 23 millones, necesitarán donaciones de alimentos para poder subsistir en 2004. Pese a que la cosecha, que acaba de finalizar, ha aumentado un 4,7% (ha sido de 4,16 millones de toneladas de cereales, incluidas patatas), la diferencia entre lo que precisa el país y lo que produce es de casi un millón de toneladas, el 20% del total. Tras deducir las importaciones y las donaciones, las previsiones anuncian una escasez de 404.000 toneladas para 2004. Además, hacen falta otras 80.000 de otros productos, como leche en polvo o aceite.

El 75% de esta ayuda está prevista para los más vulnerables: lactantes, niños en guarderías y orfanatos, hospitales, mujeres embarazadas y jubilados. Estos últimos están recibiendo sólo el 50% de sus pensiones. Cuatro de cada diez niños padecen desnutrición crónica o limitación del crecimiento.

Las raciones a través del denominado Sistema Público de Distribución (SPD), de precios fijos, principal fuente de alimentación para el 70% de los habitantes de las zonas urbanas, van a ser reducidas por el Gobierno a 300 gramos diarios por persona en 2004, frente a los 319 gramos de este año. La actual asignación asegura únicamente la mitad de las necesidades en calorías de una persona.

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