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El 68% de los grandes hospitales carece de servicio de atención geriátrica

Sólo 21 centros tienen unidades especiales para los 1,6 millones de mayores de 80 años

En España viven alrededor de 1,6 millones de personas mayores de 80 años. Forman uno de los principales grupos de riesgo sanitario, pero muchas veces no reciben la atención especializada que necesitan. De los 216 hospitales con más de cien camas del país, en 146 (el 68%) no existen servicios de geriatría. Esta situación es un riesgo para la salud de los mayores, y aumenta el riesgo de complicaciones y de que surjan situaciones de dependencia después de una hospitalización, según un estudio presentado ayer por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

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En casa y con calidad de vida

El envejecimiento de la población (casi 31.000 personas cumplen 65 años cada mes, según el Instituto Nacional de Estadística) acentúa la necesidad de que existan servicios especializados.Este cuidado de las personas mayores tiene "tres patas", según el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Isidoro Ruipérez: la atención primaria, la sociosanitaria (residencias, ayuda a domicilio) y la hospitalaria. El estudio se ha centrado en esta última, descartando los centros sanitarios para crónicos y de larga estancia, o los generales de menos de 100 camas, y se ha realizado entre enero y junio de este año.

En total se han obtenido los datos de 216 centros. De ellos sólo en 21 existen Unidades Geriátricas de Agudos (la organización más completa dedicada a la atención de los mayores); en 49 hay especialistas que asesoran al resto del personal y en el resto (146) no hay ningún tipo de asistencia geriátrica.

El resultado es que la atención de los mayores "está coja", porque descuida su tratamiento hospitalario, afirmó Ruipérez. El objetivo de estas unidades no es tratar dolencias crónicas, sino evitar que las otras supongan un riesgo añadido. "Tener una edad avanzada no es una enfermedad, pero hace que cualquier dolencia grave que requiera una hospitalización se convierta en una enfermedad aguda", explicó Ruipérez.

Dependencia y llagas

Uno de los mayores peligros de la hospitalización de personas muy mayores es que se generen situaciones de dependencia y los enfermos pierdan su autonomía. También hay que tener especial cuidado con otras complicaciones, como la aparición de llagas o escaras e infecciones. Otro aspecto que no puede descuidarse es el bienestar emocional y la desorientación que puede sufrir una persona mayor cuando sale de su entorno y su rutina.

Expertos como José Manuel Ribera y Pedro Gil, del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, recomiendan además que los pacientes en esta situación coman acompañados para evitar su desnutrición, algo que es relativamente común en personas de edad avanzada y que predispone a un importante número de trastornos, como infecciones, fracturas o fragilidad de la piel, informa Servimedia.

Todos estos cuidados exigen la presencia de expertos en el cuidado de personas mayores. No sólo geriatras, sino equipos multidisciplinares que incluyan personal de enfermería, auxiliares y psiquiatras, además de especialistas en las dolencias más frecuentes (traumatología, enfermedades cardiovasculares, respiratorias o psiquiátricas), indica Ruipérez. En este sentido, el geriatra señaló que el objetivo del servicio es "lograr una buena calidad de vida, con una elevada autosuficiencia, basándose en la prevención de la dependencia".

Según la Encuesta Nacional de Salud de 2001, más del 10% de los mayores de 65 años no es capaz de comprar su comida o ropa sin ayuda, de tomar un autobús o un taxi, de hacer la cama, cambiar las sábanas, limpiar la casa o cortarse las uñas de los pies. Lógicamente, la proporción aumenta entre los mayores.

Aunque los datos no son buenos, Ruipérez destacó el avance de las dos últimas décadas. Hace 21 años sólo había en España una Unidad Geriátrica de Agudos, la del Hospital de la Cruz Roja en Madrid, explicó. Hoy existen cinco en Cataluña, cuatro en Madrid, tres en Castilla-La Mancha, dos en Aragón y Galicia y una en Navarra, Extremadura, Asturias, Castilla y León y Andalucía.

El resto de las comunidades autónomas (siete), Ceuta y Melilla no tienen ninguna, aunque en muchas de ellas existen servicios complementarios (lo que el informe denomina "asistencia geriátrica incompleta").

El papel de la familia

La situación en España se ve"compensada" en cierto modo por el papel de la familia, que asume gran parte de la atención, explicó Ruipérez. Los servicios están más desarrollados en los países del norte. En el Reino Unido existen más de 275 unidades de agudos y en Alemania 89. En Francia y Portugal no hay ninguna porque la especialidad de geriatría "no está reconocida", según el informe.

Esta situación es similar a la que se da en el País Vasco. Según el informe de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, en esta comunidad no hay ningún tipo de atención especializada para personas mayores. Lo mismo ocurre con Cantabria.

"No creemos en la necesidad de este tipo de asistencia especializada" que implica el "confinamiento para los ancianos", ha declarado un portavoz del Departamento de Sanidad del Gobierno vasco. "No estamos de acuerdo con la creación de servicios específicos como éste, teniendo en cuenta que nuestros mayores son atendidos correctamente en nuestros servicios de agudos y crónicos. Los problemas geriátricos son atendidos por los diferentes especialistas. Por ejemplo, si es necesario implantar un marcapasos no lo hará un geriatra sino un cardiólogo", añade el portavoz del Gobierno vasco.

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