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Bruselas denuncia graves fraudes en el control de la pesca en España

La Comisión Europea da un plazo de dos meses para rectificar

Carlos Yárnoz

Bodegas clandestinas para ocultar pescado, ausencia de controles en los puertos, declaraciones falsas sobre las especies capturadas y sobre las zonas en las que se pescaron, ausencia de controles a los barcos... Son prácticas que ocurren en España y que la Bruselas denunció con energía para advertir a las autoridades españolas de que deben rectificar en dos meses. Además, abrió otro expediente similar al Reino Unido.

Una vez concluya el periodo de dos meses, si no hay rectificación, la Comisión se planteará restringir las actividades pesqueras de buques españoles en determinadas zonas, sobre todo el Cantábrico, la costa occidental de Galicia y Canarias.

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Los inspectores de la Comisión han hecho un seguimiento de lo que ocurrió en España durante 2001 y 2002 y el resultado es que, muy probablemente, en esos años se haya producido "una sobrepesca" de merluza debido a "una gestión inadecuada de los recursos pesqueros que puede constituir una amenaza grave".

Los datos que aporta España "no son fiables ni completos", afirma la Comisión. Bruselas asegura que en España no hay medios suficientes para realizar las adecuadas inspecciones, pero que, incluso cuando se detectan "declaraciones falsas", tampoco se hacen los seguimientos oportunos.

En Canarias "las inspecciones se dirigen predominantemente a los buques extranjeros, mientras los españoles están exentos de la obligación de anunciar su llegada a puerto". Los expertos de Bruselas tienen pruebas de que algunos buques españoles tienen "bodegas de almacenamiento clandestinas, en algunos casos refrigeradas", donde se ocultan capturas ilegales de merluza que después son descargadas sin control en los puertos.

Ningún control

Los técnicos de Bruselas vieron con sus propios ojos en enero de 2001 que en un puerto no identificado se desembarcó el pescado, se vendió y se transportó sin ningún tipo de control. Esos mismos técnicos comprobaron que, entre el 21 y el 26 de ese mes, sólo se había declarado un 15% de las 200 toneladas de merluza comercializadas. "También se dispone de pruebas relativas a la realización de declaraciones falsas por parte de buques españoles, consistentes en declarar capturas de congrio cuando en realidad se ha capturado merluza".

Similares casos se han dado en el Reino Unido, donde algunos barcos llegan a desconectar algunos de sus sistemas electrónicos para evitar ser detectados en zonas donde no tienen autorización para pescar. "La Comisión ha dado a España y Reino Unido múltiples oportunidades para poner fin a las inaceptables deficiencias", señaló por escrito el comisario de Agricultura y Pesca, el austriaco Franz Fischler, quien recordó que hay especies amenazadas, como la merluza y el bacalao, y que las normas comunitarias de reparto de cuotas y de limitación de capturas en determinadas zonas deben cumplirse "para garantizar una pesca equitativa y sostenible".

España y Reino Unido se enfrentan por vez primera en la historia de la UE a que Bruselas les aplique medidas preventivas que podrían incluir, en caso de peligro para las especies amenazadas, la limitación de los periodos de pesca en zonas determinadas. Los dos países se convertirían así en las primeras víctimas de la normativa aprobada en diciembre de 2002 para proteger las especies marinas, según la cual la Comisión puede tomar medidas preventivas de forma inmediata.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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