Los municipios afectados rechazan un vertedero en La Ribera Alta

El Ayuntamiento de Montserrat, en particular, y la mancomunidad de municipios de la Vall dels Alcalans, que engloba a esta población y a las de Montroi y Real de Montroi, rechazan el proyecto de instalar un basurero de vertidos inertes presentado por la empresa Verdet-Carratalá en la Consejería de Territorio y Vivienda.

El consistorio de Montserrat aprobó las alegaciones, por unanimidad, en un pleno celebrado la noche del pasado lunes. La propuesta contó con el respaldo del equipo de gobierno, formado por seis concejales de Gent d'Esquerres, y de la oposición, constituida por cuatro ediles del PP y uno de Aigüa-Bloc. Por su parte, la mancomunidad presentará sus objeciones al proyecto a lo largo de esta misma semana. El principal argumento que esgrimen los tres municipios de la Vall dels Alcalans, subcomarca de La Ribera Alta, es "el impacto en el medio ambiente y la salud de los habitantes de la zona".

Aunque su baza legal más consistente se halla en la ubicación de las futuras instalaciones, localizadas a menos de dos kilómetros, distancia reglamentaria, del núcleo urbano más próximo. El vertedero se instalará a tan sólo un centenar de metros de la urbanización Montecabrera, una de las numerosas zonas residenciales que proliferan en el término municipal de Montserrat.

Inexactitudes y errores

El proyecto incluye diversas inexactitudes y errores, como la localización y señalización de la parcela y la consideración de suelo no urbanizable de la zona prevista para la ubicación del vertedero, según señaló el alcalde de Montserrat, Josep Maria Mas.

El portavoz del grupo municipal del grupo Aigüa-Bloc, Joan Garcia, alertó del proyecto presentado en la Consejería de Territorio y Vivienda por la iniciativa privada y llamó la atención sobre el vertido de escombros en la zona proyectada iniciado de forma ilegal hace ya varios meses.

El proyecto reconoce el impacto sobre la flora y la fauna del valle, así como sobre la calidad de las aguas y el incremento de los índices de ruido habituales. La intención de la empresa es la de alcanzar un volumen de vertidos de 450.000 metros cúbicos en tres fases.

Joan Garcia incidió ayer en "lo peligrosas" que resultan este tipo de iniciativas ya que "se sabe cuándo comienzan, pero nunca la fecha en la que acaban".

Esta zona de la comarca de La Ribera Alta cuenta con varios vertederos de residuos sólidos y tóxicos, cuyas instalaciones fueron clausuradas en tiempos bastante recientes gracias sobre todo a la oposición vecinal y a la actuación decidida del Ayuntamiento de Real de Montroi.