Crece la "frustración" de EE UU con el Consejo Provisional iraquí

Los atentados continuos contra patrullas y vehículos militares de EE UU han elevado a 150 el número de soldados muertos desde el final de la guerra. La contrainsurgencia no da resultados visibles aún y los planes de la Administración de Bush para transferir poder a los iraquíes se ven estorbados por el mal funcionamiento del Consejo Provisional iraquí, que es incapaz de acelerar los trabajos para elaborar la Constitución. Todo ello puede desencadenar cambios importantes en este organismo, según The Washington Post.

El diario de la capital norteamericana asegura que en Washington hay una "profunda frustración" por la ausencia de trabajo serio del Consejo, formado por 25 notables elegidos por EE UU en agosto, y cita, sin nombrarle, a un alto cargo del Gobierno: "Estamos descontentos con todos ellos. No están actuando como organismo legislativo ni de gobierno. No toman las decisiones que hacen falta". Los miembros del Consejo van sólo a lo suyo, son "incapaces" de llegar a los iraquíes y "no han hecho ningún avance importante" para conseguir lo que pide la resolución 1.511 de la ONU: presentar antes del 15 de diciembre un calendario y un plan sobre la Constitución y las elecciones.

Según el Post, no se descarta cambiar el modelo y utilizar la fórmula de Afganistán: una Loya Jirga, o Asamblea Nacional, que elija un Gobierno provisional que asuma la soberanía y la legitimidad que no tiene el actual Consejo Provisional. Si esta opción (que está en fase de debate, aseguran las fuentes) fuera adelante, implicaría invertir las prioridades establecidas hasta ahora -nueva Constitución, elecciones, Gobierno- para colocar en primer lugar la designación de un Gabinete con autoridad que gobierne hasta que se redacte el nuevo texto y pueda haber elecciones. Este organismo podría tener credibilidad, tanto a los ojos de los países reacios hasta ahora a implicarse en la posguerra como ante los propios iraquíes. Como señala Lawrence Summers, presidente de Harvard y muy citado en los últimos días, "nunca nadie, en la historia del mundo, ha lavado jamás un coche alquilado". Si los iraquíes no vieran a su organismo de Gobierno como un coche alquilado, muy probablemente participarían más en la construcción y la defensa del nuevo Irak. Para la Casa Blanca es urgente invertir el ciclo de noticias negativas que llegan de Irak, porque todos los sondeos reflejan el deterioro que la situación causa en la imagen de Bush. El último, hecho por Newsweek, reitera que un 53% de los estadounidenses creen que no hay una buena estrategia para la posguerra y que la mitad de los votantes no quieren que se reelija al presidente Bush, contra el 44% que opina lo contrario.

En EE UU se pone en primer plano el debate sobre el traspaso de poder. Ayer, el senador demócrata Joseph Biden sugirió "un cambio estratégico fundamental para ganar la paz en Irak". Biden dijo en la ABC que Bush tendría que convocar una cumbre internacional sobre Irak para que la OTAN entre en el país y para que se nombre a un alto comisario, no necesariamente norteamericano. Además, Biden dijo que EE UU "tiene que hacer cambios en el Consejo Provisional iraquí".

El senador John McCain escribe en The Washington Post: "EE UU recibe el trato de una potencia ocupante en buena medida porque no trata a los iraquíes como gente liberada". En The New York Times, Thomas Friedman se mueve en la misma onda: "Cuanto más poder les demos , menos humillados se sentirán, más tiempo tendremos para ayudarles y menos necesitarán nuestra ayuda".

El administrador de EE UU en Irak, Paul Bremer, quiso ayer rebajar las diferencias que le enfrentan al Consejo de Gobierno, informa Ángeles Espinosa desde Bagdad. ¿Está perdiendo la paciencia con su lentitud para decidir el modo en que se elegirá la Asamblea Constituyente?, le preguntó este diario. "Soy un hombre extremadamente paciente", respondió. "El Consejo de Gobierno afronta unas semanas difíciles porque, de acuerdo con la resolución 1.511, el mes que viene vence la fecha límite para esa decisión. Me he reunido con sus miembros y esperamos que sean capaces de lograrlo". El ministro iraquí de Exteriores, Hoshyar Zebari, fue más explícito: "Estoy de acuerdo con parte de las críticas que se hacen porque la propia naturaleza del Consejo alarga el proceso ".